30 abr 2024
El último domingo ocurrió un hecho insólito en la ciudad de Salto, en el norte de la provincia de Buenos Aires. Un hombre se presentó en la comisaría junto a su hijo de 23 años, a quien entregó como responsable de dos robos que habían ocurrido pocas horas antes. También lo obligó a devolver el botín sustraído.
Todo comenzó cuando personal policial fue convocado por el propietario de un bar que está ubicado en el cruce de las calles Mitre y Suipacha. El hombre denunció que al llegar al lugar esa mañana descubrió que le habían robado y que los delincuentes ingresaron al salón luego de romper un vidrio.
El perjudicado, de 62 años, destacó que le habían sustraído bebidas, gaseosas y con alcohol, también fiambres y golosinas.
Pocas horas después y mientras realizaban las primeras tareas investigativas, el personal policial recibió un llamado que alertaba sobre otro robo.
Una mujer de 36 años, dueña de un kiosco ubicado sobre la calle Laprida, denunció que entre la madrugada y la mañana del domingo, desconocidos ingresaron al comercio del que se llevaron dinero y mercadería.
La kiosquera destacó que los ladrones no causaron daños para acceder al local del que se llevaron efectivo, gaseosas y gran cantidad de atados de cigarrillos.
Mientras los pesquisas realizaban el relevamiento de cámaras y buscaban testigos que les permitieran resolver los hechos delictivos, un hombre llegó a la seccional en compañía de su hijo de 23 años.
El vecino aseguró que el muchacho estaba arrepentido de haber robado el bar y kiosco citados, y por ello se entregaba a la Justicia. Además llevó unos bultos donde guardaba parte de la mercadería sustraída.
La UFI Nro. 2 del Departamento Judicial Mercedes está a cargo de la investigación y abrió una causa caratulada "robo". Por estas horas los detectives están abocados a encontrar el resto de la mercadería sustraída y determinar si el joven arrepentido actuó solo o con cómplices.
Por el momento el muchacho continúa detenido.
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