Policiales

Video del asalto

Delante de los hijos y con una pistola en la cabeza, lo pusieron de rodillas para robarle la camioneta

Sorprendieron a la familia cuando salían de su domicilio. El hombre levantó los brazos para pedirles que dejen bajar a su esposa y sus hijos, uno de ellos de dos años.

30 jun 2023

El Conurbano bonaerense está detonado y nadie hace nada para detener la sangría. En las páginas policiales nunca escasea material, todos los días hay robos violentos y, por desgracia, también hay hechos de sangre para relatar. La madrugada del miércoles un hombre apoyó la cabeza en la almohada agradecido de estar vivo y que su esposa e hijos tampoco hayan sido heridos.

Es que pocas horas antes, en la noche del martes, tres jóvenes delincuentes le pusieron el arma en la cabeza cuando salía de su casa ubicada en calle Gaboto 753, en La Tablada, para que les entregue la Jeep color blanco que, por una cuestión de seguridad, estaciona todos los días sobre la vereda.

Los hampones detectaron la oportunidad cuando se desactivó la alarma, en ese momento apuraron el paso desde la esquina de la calle Catriel y cuando estaban a pocos metros "montaron" las armas y comenzó el terror.

Las continuas amenazas para que no se resista si no quería morir, el pedido de las llaves de la camioneta, la billetera y el teléfono celular. El hombre levantó las manos, se entregó a que lo bolsiqueen y le saquen todo, sólo pedía que dejen bajar a sus hijos, una nena de 15 y un nene de 2 años, que estaban en la Jeep con su esposa.

En solo cincuenta segundos y a cara descubierta, los hampones se llevaron el rodado, pero antes dejaron la marca de su salvajismo y su cobardía. Con la valentía que solo tienen cuando están en banda y con un arma de fuego en la mano, pusieron al hombre de rodillas, lo humillaron y de manera innecesaria aterrorizaron a la familia que imaginó una ejecución.

Es cuestión de tiempo, si no son estos tres serán otros como ellos, que acabaran grabados por un teléfono celular o una cámara de vigilancia, mientras lloran, piden la escupidera y repiten "yo no hice nada señor". En la calle identifican fácil a los que carecen de valor y estos están señalados.

LAS MÁS LEÍDAS