29 jun 2023
Una familia de La Matanza vivió 15 minutos de terror en las primeras horas del miércoles. Leonardo, junto a su esposa y un hijo de 24 años, descansaba en la casa ubicada en la calle Almafuerte al 4000, a pocos metros de la intersección con Yeruá, cuando los ladridos del perro de la familia le hicieron saber que algo malo estaba pasando.
El hombre se levantó sin encender la luz, abrió la puerta del dormitorio y vio que tres sujetos desconocidos caminaban hacia él. Sin pensarlo se atrincheró en la habitación y despertó a la mujer que, desesperada, gritó por la ventana pidiendo por la policía y la ayuda de los vecinos.
Al mismo tiempo y en una estancia a pocos metros, el hijo de la pareja que los vio ingresar por una puerta ventana que da al patio, era amenazado por uno de los intrusos.
Ante la prensa Leonardo dio detalles de lo que les tocó vivir. "Me desperté por los ladridos de nuestro perro labrador, el que tiene animales sabe distinguir cuales son los ladridos que te avisan que pasa algo. Me levanté y vi a tres encapuchados caminar por el pasillo, en la mano tenían un candelabro decorativo y amenazaban con matar a la mascota que estaba enfurecida", aseguró el hombre.
Rodeado de vecinos que están hartos de la inseguridad que asola la ciudad de San Justo, continuó con el relato. "Los aguanté con la puerta cerrada dos o tres minutos, si no me resistía no se que podía pasar. Uno de ellos me pedía 'la guita' y que le abra porque 'tenían que entrar los que estaban afuera'. Desde que llegaron hasta que se fueron pasaron alrededor de 15 minutos", aseguró el hombre.
Leonardo contó que el hijo en su habitación intentaba calmarlos y que entiendan que eran una familia de trabajo, que en la casa no había nada de valor para robar.
"Cuando lograron entrar a la habitación no vi armas, amenazaban pero no las vi, solo tenían el candelabro que se llevaron junto con el teléfono celular de mi esposa", aseguró el dueño de casa que, el mismo miércoles, elevó cincuenta centímetros la altura del paredón que ahora alcanzó los tres metros.
Los gritos de Mariana despertaron a algunos vecinos que enseguida activaron el sistema de alarmas y dispararon las sirenas. "Se fueron de la manera como entraron, saltando los paredones, mi hijo les puso una escalera y cuando escucharon los bocinazos de los cómplices saltaron a la calle. Tenían un auto estacionado sobre Yeruá, el otro dio la vuelta y paró sobre Almafuerte", contó el hombre.
La denuncia fue radicada en la Comisaría 1ra. de San justo y los investigadores no descartan que se trate de la misma banda que actuó en otros hechos similares en los últimos días.
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