Para robar una camioneta llevaron colgadas de la puerta a dos mujeres, una cayó y la camioneta la pisó

El mediodía del domingo, alrededor de las 13, la pelota de la tragedia pegó en el palo y se fue por la línea de fondo en el barrio de Parque Chacabuco. Dos sujetos que intentaron robar una camioneta, llevaron colgadas de una puerta a dos mujeres que resistieron el atraco. Una se golpeó la espalda contra un árbol y, a la otra, una de las ruedas traseras de la Renault Duster Oroch le pisó las piernas.

Como consecuencia del brutal ataque de los ladrones, de 25 y 29 años, las víctimas sufrieron traumatismos y heridas leves.

Testigos del hecho confirmaron que tres mujeres trasladaban bolsos y pequeñas cajas al edificio de la calle Baldomero Fernández Moreno al 1508, desde la camioneta estacionada en la vereda de enfrente. En ese momento los delincuentes abordaron al hombre que estaba al volante y lo sacaron a empujones.

La violenta escena fue vista por una amiga de Jesica, la mujer que se estaba mudando, y con un grito alertó sobre lo que estaba pasando.

Jesica, que vestía una remera verde, y su ahijada, con una musculosa fucsia, corrieron hasta el rodado y por la ventanilla del conductor forcejearon con los ladrones para evitar la sustracción del rodado.

Instantes después el delincuente consiguió poner en marcha la Duster y aceleró, Jesica cayó en el asfalto y una rueda trasera le "mordió" una de las piernas. La ahijada siguió colgada y con el forcejeó hizo que el sujeto pierda el control de la camioneta, suba a la vereda e impacte con el frente del edificio de Fernández Moreno 1542.  

En pocos segundos, a la joven que estuvo a punto de ser aplastada contra un árbol y sólo se golpeó, se sumaron las otras dos mujeres que pusieron en fuga a los cobardes ladrones que corrieron hacia la intersección con la calle Malvinas Argentinas.

El final del increíble suceso tuvo como testigo a una mujer policía, que estaba franco de servicio, quien llamó al 911 y denunció lo que estaba ocurriendo.

Los gritos y el choque de la camioneta alarmaron a los vecinos de la cuadra y fue el dueño de un kiosco quien, junto a la joven de musculosa fucsia, interceptaron y retuvieron a un malviviente en la puerta de su negocio.

El cómplice corrió en sentido contrario y un móvil policial lo detuvo a dos cuadras, en el cuce de las calles Curapaligüe y Gregorio de Laferrere.

Los hombres, que no portaban armas, fueron trasladados a la Comisaría Vecinal 7B y quedaron a disposición de la Justicia. Voceros policiales confirmaron que tienen un frondoso prontuario por diferentes hechos de robo y resistencia a la autoridad.