19 jun 2023
"Dejá a la nena hijo de puta, dejá a la nena por favor", se escuchó gritar a una mujer desesperada. Su sobrina de ocho años estaba en la vereda junto a la actual pareja del papá, a quien tres delincuentes encañonaron para robarle el auto. Instantes después se escuchó una detonación.
En el anochecer del viernes, minutos después de las 19, el hombre estacionó el auto 0 km en la puerta de la casa de quien fue su suegro, ubicada en la calle Felipe Boero al 2100, en el barrio Los Álamos. Estaba acompañado por su pareja actual y por su nena que vive en el lugar junto a su mamá. Por su lado pasó un vehículo negro que llegó a la intersección de la calle Julián Aguirre y dobló a la derecha, a nadie le importó hasta que dio vuelta a la manzana.
La tía de la nena salió a recibirla y se quedó en la vereda dialogando con la otra mujer, en ese momento reapareció el auto y descendieron tres delincuentes armados. La tía corrió a la casa donde estaban sus hijos y por la ventana fue testigo del violento asalto.
Los ladrones amenazaron y golpearon al hombre que no se resistió y entregó las llaves del vehículo, mientras la hija estaba tirada en el piso protegida por su pareja. Y se escuchó un disparo que rebotó en el pasto, a centímetros de la mujer y la nena, que provocó los gritos e insultos de la tía que pusieron más dramatismo a la escena.
Los tres malvivientes subieron al vehículo pero quien se puso al volante no lo pudo poner en marcha, un cómplice descendió y de los pelos obligó al legítimo dueño a que lo haga. Instantes después escaparon hacia la esquina donde los esperaba el cómplice y con los dos vehículos se perdieron en la cercana RP 210, a la altura de Glew.
La imagen final fue el abrazo a una nena de ocho años que ingresó a la estadística de la inseguridad del Conurbano bonaerense, como sobreviviente.
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