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Presupuesto 2017

La mano de Máximo atrás del voto dividido de La Cámpora, que rompió la unidad del peronismo

Al final la tropa peronista no votó en unidad la "Ley de leyes" de María Eugenia Vidal. Las negociaciones en el Hotel Corregidor fracasaron y los camporistas votaron en contra.

22 dic 2016

Fueron muchas horas de reuniones, charlas, enojos, cafés, idas y venidas. El Hotel Corregidor de La Plata, ubicado a pocos metros de la Gobernación bonaerense y a una plaza de la Legislatura fue sede del gran cónclave del peronismo, donde el miércoles, desde el mediodía, intendentes y legisladores, negociaban la unidad para votar el Presupuesto 2017 de María Eugenia Vidal.

En el Salón principal del Hotel estuvieron comandando las negociaciones los alcaldes Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Gabriel Katopodis (San Martín), Juan Zabaleta (Hurlingham) por el Grupo Esmeralda y Verónica Magario (La Matanza) y el titular del PJ bonaerense, Fernando Espinoza por el Grupo Fénix.

Todos los espacios del peronismo: FpV, FpV-PJ, Peronismo para la Victoria-FpV y el unibloque Peronismo Bonaerense de Diputados y FpV, Bloque PJ, Bloque Peronista del Senado, tras horas de negociaciones habían llegado a un atisbo de unidad para votar en conjunto el Presupuesto 2017 de Vidal y el Endeudamiento.

Pero cerca de las 16 horas, llegaron al Corregidor los diputados nacionales y referentes de La Cámpora Eduardo “Wado” De Pedro y Andrés “Cuervo” Larroque. Según pudo saber CRONOS, los camporistas llegaron con un pedido expreso de Máximo Kirchner: la Defensoría del Pueblo para Fernanda Raverta. El pedido caló hondo en la cumbre peronista, ya que el acuerdo que gestaron los intendentes con Gobernación era que el ex legislador, Guido Lorenzino sea el designado para ocupar ese sillón.  

La tensión se hizo presente, la orden de Máximo era “inamovible”. Es así, que se gestó una mini cumbre el primer piso del Hotel Corregidor para destrabar el asunto: Insaurralde, Zabaleta, Katopodis, Espinoza, De Pedro y Larroque negociaron a puertas cerradas por casi tres horas. En medio de la reunión, se sumó el senador camporista Santiago Carreras.

La postura de los intendentes fue contundente, no darle la titularidad de la Defensoría del Pueblo a Raverta, pero si ponerla como Adjunto, figura que nació en las negociaciones de este año. Pero, en medio de arduos llamados telefónicos, la palabra de Máximo fue contundente: no se aceptaba otra cosa que no sea la titularidad de la Defensoría.

Bajo ese tenso escenario, Máximo ordenó a los legisladores de La Cámpora que no acompañen con su voto la Ley del Defensor del Pueblo, el Presupuesto 2017 y la Ley Impositiva. El anuncio generó enojo y malestar en el resto del peronismo. Pero también en los bloques del FpV en Diputados y Senadores, que en su gran mayoría están compuestos por camporistas, pero también por kirchneristas de paladar negro.

Dato no menor, el mandato de Máximo fue sólo para los integrantes de La Cámpora, para el resto de los integrantes se dio “libre albedrio”. Es así que en Diputados del FpV, Juan José Mussi, Aníbal Regueiro, Marcelo Torres, Marisol Merquel y Karina Nazábal votaron en favor de las tres leyes mencionadas, mientras los camporistas votaron en contra. En la bancada del FpV del Senado, la trama se tornó más tensa. Según pudo reconstruir CRONOS, varios senadores no camporistas mostraron su enojo ante la decisión de votar distinto al resto del peronismo, pero decidieron hacerlo solo es “pos de la unidad del bloque”.

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