Las negociaciones salariales para el 2018 ya son centro del debate de varios municipios bonaerenses y, en línea con la proyección inflacionaria del Gobierno Nacional, algunos intendentes de Cambiemos ya adelantaron que ofrecerán un 15 por ciento de aumento en cuotas, mientras se evalúa la continuidad de la cláusula gatillo.
Tal es el caso de Olavarría, cuyo intendente, Ezequiel Galli, anunció en declaraciones a FM 98Pop: "Todavía falta mucho para las paritarias, el porcentaje que se ofrecerá será en base a la meta inflacionaria que planteó el Gobierno (nacional) para este año, que la fijó en un 15 por ciento".
Asimismo, puso en duda la efectividad de la cláusula gatillo al señalar: "El año pasado no hubo forma de ponernos de acuerdo". Y agregó que "la inflación sigue bajando". "Tuvimos un 2016 con una inflación del 40 por ciento y hoy estamos en el 24,8 por ciento, es una diferencia abismal para el bolsillo de la gente", señaló.
En tanto, Coronel Pringles ya comenzó con la negociación y el intendente Carlos Berterret ofreció una suba salarial del 15 por ciento en tres cuotas, que incluye cláusula gatillo, y una suma no remunerativa de 300 pesos para compensar la pérdida del poder adquisitivo por inflación durante 2017.
Berterret señaló que en caso de ser aceptado por los municipales, el aumento se implementará en tres tramos: abril, julio y noviembre. Y propuso aplicar nuevamente este año una cláusula gatillo, que se activará si el índice de precios al consumidor (IPC) supera el 15 por ciento anual, e implicaría un ajuste automático de la diferencia a partir de enero de 2019.
Tandil es otro de los municipios que ya empezó con las negociaciones, y ofreció un 15 por ciento en dos cuotas y un bono de 3.000 pesos que fue rechazado por los gremios. Sin embargo, luego de varias reuniones, el Sindicato de Trabajadores Municipales y el Ejecutivo acordaron una suma no remunerativa de 3.200 pesos, a cobrar en dos cuotas, y un aumento salarial del 10 por ciento a partir del 1 de marzo, con el compromiso de retomar las negociaciones en junio para evaluar la situación inflacionaria y económica de los salarios de los empleados.
Asimismo, en Balcarce, el primer contacto entre el Ejecutivo y los sindicatos fue a fines de diciembre y comenzó con 15 puntos de diferencia entre lo que pretende pagar el Gobierno y lo que piden los trabajadores, quienes advirtieron que no bajarán del 25 por ciento.
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En ese sentido, el equipo económico de la gestión de Cambiemos admitieron que se decidió “recalibrar” las metas, y para el 2019 llegaría al 10 por ciento, y el ansiado aumento de “un dígito” se produciría recién en 2020.
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