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Cronos Noticias » En Foco » 26 mar 2018 16:00

Bitácoras bonaerenses

Vidal y los vaivenes de la hegemonía de Cambiemos en la Legislatura

La Reforma Judicial y las Emergencias Administrativa y de Infraestructura fueron parte de una tensa pulseada entre el oficialismo y la oposición. La intención de la gobernación de usar el sobre tablas como herramienta cotidiana.


  • Vidal y los vaivenes de la hegemonía de Cambiemos en la Legislatura

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Por Juan Alfaro (ALFA) | ANDigital

La configuración de la Legislatura bonaerense que se configuró en el recambio de diciembre de 2017, gracias a los resultados de las elecciones legislativas, dejaron a los bloques de Cambiemos con un escenario más que favorable para este 2018 y los proyecto de ley que impulse el Ejecutivo bonaerense. Cabe recordar que María Eugenia Vidal y el oficialismo cuentan con un bloque de 29 legisladores en el Senado, que tiene quórum propio y a dos escaños de los dos tercios. En Diputados, Cambiemos cuenta con un bloque de 44 legisladores, a solo tres de la mayoría simple. Toda una fortaleza, que -como ya se dijo en anteriores panoramas- hacen que las tropas legislativas del oficialismo tengan que recurrir a mínimos acuerdos con algunos espacios opositores para lograr sesionar y aprobar leyes requeridas. El gran debut se dio a finales de diciembre de 2017, en las dos explosivas sesiones extraordinarias que pidió la gobernadora para aprobar, entre otras cosas, la polémica reforma jubilatoria para empleados del Banco Provincia. Esa agitada jornada del 19 de diciembre, la jugada de Cambiemos se posó en validar el acuerdo que se gestó en la Cámara de Diputados con el llamado “Bloque de los Intendentes” (PJ-Unidad y Renovación), para obtener el quórum, sesionar y con votos propios aprobar la ley. También recibió ayuda de la bancada Convicción Peronista que integran Patricia Cubría y Alejandra Martínez. En el Senado, con mejores números, Cambiemos solo tuvo que recibir la ayuda de los dos senadores del Frente Renovador, José Luis Pallares y Fernando Carballo, quien en una actuación de inocencia le dieron el quórum al oficialismo para permitir, con votos propios, convertir en ley el proyecto. La previa legislativa.

Pasó el receso, pasó la Asamblea Legislativa donde Vidal inauguró las Sesiones Ordinarias y con ello llegó la primera sesión del 2018. Días antes de la sesión del jueves 22, Vidal envió a la Legislatura proyectos para implementar la Reforma Judicial que había anunciado en sus discurso del 1ro de marzo frente a la Asamblea. La intención de Cambiemos fue acelerar los tiempos y evitar sobresaltos, como fue la bajada de línea que les dejó la gobernadora a diputados y senadores cuando los reunió en la residencia oficial. La estrategia no iba a ser distinta a la de las sesiones extraordinarias de fin de año: ingresar el proyecto sobre la fecha de la sesión, evitar la discusión en comisiones y esperar que los acuerdos le permitan tener el quórum para aprobar sobre tablas y con votos propios la norma. Pero esta vez el escenario no fue el propicio para la hegemonía del oficialismo en la Legislatura. Al calor de la discusión por el reparto de comisiones y ante una demostración de poder prepotente por parte del oficialismo, la oposición no aceptó la ostentación y logró bloquear la intención del oficialismo. Principalmente, desde el Senado, el bloque de Unidad Ciudadana que comanda la más que experimentada María Teresa García, activó las conversaciones con los otros bloques y con sectores del mundo judicial, como también la AJB (Asociación de Judiciales Bonaerense) para intentar frenar la intención de Cambiemos de sancionar la Reforma sobre tablas, como así la prórroga de las Emergencias Administrativa y de Infraestructura, en lo que alertaron sería una “tratamiento exprés”. La reacción de la oposición.

Hasta ahora, en el Senado, los bloques de Unidad Ciudadana y PJ-Unidad y Renovación comparten acciones sobre el recinto que les sirven para hacer contrapeso al poder de Cambiemos. El escenario complicado estaba en Diputados, donde las bancada del PJ-Unidad y Renovación es más numerosa y diversa en su accionar. El Frente Renovador, que con sus 13 legisladores se hace valer y puede inclinar la balanza para cualquier lado. Los bloques Convicción Peronista y Peronismo Kirchnerista que integran José Ottavis y Rocío Giaccone, que en una disputa, mano a mano, pueden tener los votos que sean decisivos en cualquier pulseada. Con ese panorama, desde Unidad Ciudadana apostaron a asegurar el escenario en Diputados, Cámara por donde ingresó el proyecto. Hábil en la diplomacia política, Teresa García ingenió una jugada para unir al peronismo y junto a Florencia Saintout, titular de la bancada de Unidad Ciudadana en Diputados, redactaron una carta al presidente del PJ bonaerense, Gustavo “Tano” Menéndez, donde le pidieron “intervención” para “coordinar y unificar el criterio y accionar de los diferentes bloques legislativos identificados con las banderas del Peronismo”. La jugada salió bien, el llamado “Bloque de los Intendentes” anunció de forma oficial su rechazo al tratamiento sobre tablas de las leyes judiciales. Por su parte, desde el Frente Renovador, donde se presumía que cinco legisladores iban a bajar a sus bancas para dar una mano al oficialismo, olieron el ambiente y prefirieron no ser carne de cañón. Desde la gobernación intentaron hasta último momento lograr el éxito. Incluso, el ministro de Justicia, Gustavo Ferrari, mantuvo reuniones con presidentes de bloques opositores para asegurar el escenario. Horas antes de la sesión del jueves, el oficialismo analizó los números y ante la adversidad aceptó que la Reforma Judicial pase por las comisiones pertinentes. El triunfo que no fue.

Si bien Unidad Ciudadana logró que la Reforma Judicial pase a Comisiones, no pasó lo mismo con las Emergencias. En Diputados, tanto el PJ-Unidad y Renovación y el Frente Renovador (¿massismo aún?), dieron su voto a favor con Cambiemos, bajo el argumento de “cuidar la gobernabilidad”. Unidad Ciudadana, Peronismo Kirchnerista y el monobloque del Frente de Izquierda en contra. El caso particular fue de Convicción Peronista, que al no hacer uso de la palabra y manifestar su voto, se toma como un voto a favor. El foco en el recinto se puso sobre la Emergencia en Infraestructura, donde la oposición fue muy crítica a la gestión del ministro de Infraestructura, Roberto Gigante. Incluso, por pedido de Jorge D’Onofrio (cada vez más cerca del peronismo), el Frente Renovador solicitó un pedido de interpelación al funcionario que fue rechazado por Cambiemos al hacer uso de un tecnicismo. Pero lo que sería una jornada de victoria para el oficialismo, al final se convirtió, no en una de derrota, sí de empate. En la Cámara de Senadores las Emergencias pasaron al debate en las comisiones y no se sancionaron como Calle 6 esperaba. La decisión la tomó el titular del bloque de Cambiemos, Roberto Costa, quien convenció a al vicegobernador, Daniel Salvador, de la idea. Según pudo saber ANDigital, Costa en la pulseada de la Reforma Judicial, no quiso pagar el costo político de un accionar prepotente de Cambiemos, como tampoco quiso que Teresa García vuelva a tomarle el recinto y exponerlo con milimétricas puntadas sobre el reglamento de la Cámara. Para evitar sobresaltos, el titular de bancada decidió calmar por completo las aguas y también enviar a comisiones las Emergencia. En lo concreto, lo que se presumía era una avalancha hegemónica de Cambiemos en la Legislatura, no lo fue por un accionar coherente de la oposición. Coherente, porque más allá de los acuerdos, pactos, deudas o cualquier cuestión política, parece que la composición de esta Legislatura, prefiere convalidad su rol y debatir las leyes en las comisiones que se crean para que el parlamento funcione, como tiene que funcionar.

 

Fuente: ANDigital

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