Médanos sin agua y sin plazos: en Villarino, la crisis expone parches y promesas

La crisis hídrica en Médanos volvió a quedar en primer plano en medio de temperaturas extremas y un consumo que supera ampliamente la capacidad del sistema de abastecimiento. La falta de agua potable se agravó en los últimos días y empujó a los vecinos a organizar una nueva movilización hacia las oficinas de ABSA, en reclamo de soluciones urgentes a un problema que lleva años sin resolverse.

Desde el municipio de Villarino reconocieron que la situación se volvió crítica en las últimas 72 horas, aunque aclararon que las deficiencias en el suministro no son nuevas. Según explicaron, el sistema actual arrastra limitaciones estructurales que se profundizan cada verano, cuando el aumento de la demanda deja a amplios sectores de la localidad con baja presión o directamente sin servicio.

En ese marco, desde el Ejecutivo local recordaron que entre 2015 y 2018 se había anunciado como solución de fondo el Acueducto del Río Colorado, una obra que nunca se concretó. Tras la caída de ese proyecto, en 2019 comenzaron a evaluarse alternativas junto a la Dirección de Hidráulica provincial, en busca de una respuesta definitiva para el distrito.

Mientras el Acueducto Pedro Luro–Mayor Buratovich logró ejecutarse, el tramo Sauce Chico–Médanos quedó empantanado por dificultades técnicas, ambientales y administrativas. La obra requiere autorizaciones interjurisdiccionales y aún se encuentra en etapa de gestión de financiamiento, sin plazos definidos, lo que mantiene en vilo a la comunidad.

Ante la emergencia, el municipio reforzó la asistencia con un operativo de distribución domiciliaria de agua potable que se sostiene todos los días, incluso fines de semana y feriados, en doble turno. Además, se instaló un tanque cisterna en la plaza principal para facilitar el acceso directo de los vecinos al recurso. Vale aclarar que en 2024, se firmó una inversión junto con ABSA de 194 millones de pesos para mejorar el servicio de agua en Médanos.

Por su parte, ABSA informó que incorporó dos nuevas perforaciones que permitieron aumentar el caudal en un 10%, aunque admitió que el consumo durante la ola de calor supera la capacidad del sistema. Como paliativo, se intensificó el envío de camiones cisterna, mientras la obra del acueducto Sauce Chico–Médanos, valuada en 15 millones de dólares, sigue siendo la única solución de fondo que no termina de llegar.