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Cronos Noticias » Nación » 23 nov 2017 18:09

Tras la última novedad

Dolor, indignación y bronca entre los familiares de los tripulantes del ARA San Juan

Familiares de los tripulantes del submarino argentino alojados en la base naval de Mar del Plata recibieron con mucha congoja y enojo la confirmación de que hubo una explosión en la zona donde se reportó la última comunicación de la nave.


  • Dolor, indignación y bronca entre los familiares de los tripulantes del ARA San Juan

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Minutos antes de la conferencia del capitán Enrique Balbi en la ciudad de Buenos Aires, unos 40 familiares recibieron el parte oficial de la mañana en la base naval que fue leído por Gabriel González, contraalmirante de la Armada Argentina, jefe del comando submarino, según explicó Leguizamón. Al lugar, arribó una ambulancia que asistió a algunos de los presentes.

María Itatí Leguizamón, esposa de Germán Suárez, sonarista del submarino, dijo que los familiares no dejaron terminar de leer el comunicado y “empezaron a romper todo” tras la noticia. Por su parte, el padre de unos de los submarinistas que, junto con su hijo, salió a toda velocidad en un auto de la base naval al grito de: “¡Los mataron, mataron a mi hijo!”.

En otro de los vehículos que salieron de la base viajaba una mujer que repitió las mismas consignas. “Nos mintieron, nos mintieron”, dijo.

Al interior del predio naval, según dijo Leguizamón se vivieron “situaciones de dolor y de locura” que incluyeron desmayos y descompensaciones.

“No nos dijeron que están muertos, pero es una suposición lógica. Nos acaban de decir que la explosión fue el miércoles a las 11 de la mañana, que ahí fue la explosión y el incendio, todo lo que fue y que el submarino se hundió a 3.000 metros”, indicó.

“No dieron ninguna explicación, según ellos lo saben ahora, pero yo no puedo creer que recién lo sepan”, dijo. Y reconoció que su esposo le había dicho que los submarinistas “tuvieron inconvenientes en el 2014 para emerger, no me importa que se sepa todo”.

“Yo me siento engañada, no sé si el resto. Nos tuvieron acá una semana”, dijo. Visiblemente enojada agregó: “Son unos desgraciados, son unos perversos que nos manipularon a nosotros, que sí sabían y que no nos dijeron nada.

Por su parte, Jessica Gopar, esposa del cabo principal Fernando Gabriel Santilli, dijo: “Hoy vine por primera vez a la Base Naval a colgar un cartel y me voy viuda” e hizo un reclamo desesperado a toda la comunidad: “No nos dejen solos”.

Desde las 11.30, hora en la que Balbi dio el parte oficial, el movimiento en la base fue incesante: familiares y amigos de los submarinistas desaparecidos se retiraron entre lágrimas mientras que otros llegaron en sus vehículos particulares con visibles muestras de congoja.

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