El municipio de Tapalqué quedó a un paso de crear un nuevo impuesto a la carga de combustible, luego de que el Concejo Deliberante avanzara con la aprobación de las ordenanzas fiscal e impositiva impulsadas por el intendente peronista Gustavo Cocconi. La definición final se dará en la próxima Asamblea de Mayores Contribuyentes y Concejales.
La nueva tasa prevé un recargo del 2,5% sobre la venta de combustibles en las estaciones de servicio del distrito e incluirá naftas, gasoil, kerosene y GNC. De oficializarse, el tributo comenzaría a aplicarse en los próximos meses y tendría impacto directo en el costo que afrontan los vecinos al cargar combustible.
El avance del proyecto fue posible gracias a la mayoría que el oficialismo mantiene en el parlamento municipal, con seis votos del bloque peronista. En rechazo a la iniciativa, tres concejales de la Unión Cívica Radical y uno de La Libertad Avanza se retiraron del recinto durante la sesión en la que se trataron las ordenanzas.

Desde la UCR local cuestionaron con dureza la iniciativa y apuntaron contra la gestión económica del Ejecutivo municipal. “Es otra improvisación del intendente. Su mala administración la terminan pagando los vecinos de Tapalqué”, expresaron desde el bloque opositor, al tiempo que denunciaron sueldos elevados en la estructura política del municipio.
La oposición radical también advirtió que el nuevo impuesto perjudicará a trabajadores y sectores productivos que dependen del uso diario del combustible, como transportistas, fleteros, remiseros, productores rurales y docentes que deben trasladarse a zonas alejadas para dar clases.

En ese contexto, los ediles de la UCR adelantaron que, si la tasa es ratificada en la Asamblea de Mayores Contribuyentes, recurrirán a la Justicia para intentar frenar la medida impulsada por Cocconi, abriendo un nuevo frente de conflicto político en el distrito.
La iniciativa de Tapalqué se suma a una tendencia que comenzó a replicarse en otros municipios bonaerenses, como Cañuelas, Ramallo y Coronel Suárez, donde distintos intendentes avanzan con impuestos o tasas sobre el combustible para financiar obras y mantenimiento vial, generando debates y resistencias en cada distrito.