Murió Kshamenk, la orca símbolo de Mundo Marino: una historia que conmovió al país

El parque temático Mundo Marino confirmó el fin de semana la muerte de Kshamenk, la orca que se convirtió en un símbolo del parque educativo de San Clemente del Tuyú y de la conservación de la fauna marina en la Argentina. El cetáceo falleció el 14 de diciembre de 2025 a causa de un paro cardiorrespiratorio, según informó la institución a través de un emotivo comunicado.

“Es difícil describir el dolor que sentimos. Kshamenk era parte de nuestra familia”, expresaron desde Mundo Marino, al destacar el vínculo construido durante más de tres décadas de cuidado constante. Sus cuidadores señalaron que la orca dejó una huella imborrable en todos los que compartieron su vida y en quienes conocieron su historia.

Kshamenk había sido rescatado en noviembre de 1992, cuando vecinos de la zona alertaron sobre un presunto varamiento de varios animales en la Ría de Ajó. Al llegar al lugar, el equipo especializado encontró a una pequeña orca sola y en estado crítico, sin rastros de su grupo familiar.

Ante la gravedad de su estado, se intentaron distintos procedimientos para lograr su reinserción en el mar, pero todos fracasaron debido a su extrema debilidad. Con la recomendación de expertos internacionales y la autorización de las autoridades nacionales, se decidió trasladarlo a las instalaciones de Mundo Marino para iniciar un largo proceso de recuperación.

El tratamiento fue complejo y no solo implicó atender su delicado estado de salud, sino también su situación social y emocional. Las orcas son animales altamente sociales y dependen de sus grupos familiares para sobrevivir, lo que hizo imposible una futura liberación sin poner en riesgo su vida.

Gracias a los cuidados permanentes del equipo veterinario y de sus cuidadores, Kshamenk logró vivir más de 33 años, superando incluso la expectativa de vida promedio de una orca macho en la naturaleza. Durante ese tiempo, se convirtió en un referente del trabajo educativo y de concientización sobre la protección de la biodiversidad marina.

Desde Mundo Marino reafirmaron su compromiso de continuar trabajando por la conservación de las especies amenazadas y despidieron a Kshamenk con profundo dolor. “Nos enseñó sobre el amor y sobre cómo podemos entendernos sin compartir el mismo lenguaje”, señalaron, al recordar al animal que marcó para siempre la historia del parque y de quienes lo cuidaron.