El sacudón político estalló en Bragado cuando el Frente Renovador decidió abrirse del armado oficialista que respalda al intendente Sergio Barenghi. La movida se dio en pleno Concejo Deliberante, tras meses de malestar por la forma en que el jefe comunal llevó adelante la gestión y dejó afuera a quienes lo habían acompañado en las últimas campañas.
La ruptura expuso la interna peronista que viene creciendo desde las elecciones. Dirigentes del massismo remarcaron que, pese al apoyo sostenido durante dos años, nunca lograron tener voz en las decisiones importantes. Aseguran que el trato recibido dista mucho del compromiso que habían asumido para sostener al gobierno local.
El FR local, referenciado en Alexis Guerrera y Valeria Arata, insistió en que la salida no fue un acto impulsivo, sino el resultado de charlas prolongadas y una lectura política inevitable. Según plantean, el desgaste se profundizó cuando vieron que el intendente seguía operando como si no les debiera nada, a pesar del respaldo electoral obtenido.

La frase que habría encendido definitivamente la mecha se conoció a través de los medios: Barenghi afirmó que “no tenía pensado para nada incluirlos” en la gestión. Ese gesto fue interpretado como un portazo definitivo. Con el aval de Sergio Massa, los concejales del FR abandonaron Fuerza Patria y armaron su propio bloque.
El movimiento generó ruido extra porque el oficialismo quedó debilitado en un Concejo que ya venía fragmentado. Tras el recambio de diciembre, las bancas se repartieron entre una oposición diversa y un oficialismo que perdió músculo político. La salida del FR terminó de marcar un escenario mucho más adverso para Barenghi.
Todo ocurre mientras crece la bronca de los vecinos por el estado del municipio. Se multiplican las quejas por los caminos rurales, el deterioro del parque industrial, la caída de merenderos y comedores y la situación crítica de los hospitales. Incluso hubo renuncias internas, con advertencias directas al intendente sobre el riesgo de “chocar la gestión” y comprometer el futuro del peronismo en 2027.