Puja por el endeudamiento bonaerense: Milei define el futuro de Kicillof

El gobernador Axel Kicillof espera que el presidente Javier Milei autorice el endeudamiento por 3.695 millones de dólares aprobado la semana pasada en la Legislatura bonaerense, una decisión que definirá cuándo, cómo y si la Provincia podrá refinanciar vencimientos clave durante 2026. El aval nacional debe otorgarlo el Ministerio de Economía y podría llegar por tramos, mientras crecen los cruces políticos entre Nación y Buenos Aires.

El pedido de endeudamiento, que se logró con el apoyo de sectores opositores y tras una tensa negociación parlamentaria, quedó ahora bajo revisión del Gobierno nacional, que puso en duda su aprobación total. Las advertencias llegaron del ministro Luis Caputo y del dirigente libertario Sebastián Pareja, quienes cuestionaron el cumplimiento de la Ley de Responsabilidad Fiscal por parte de la Provincia.

En La Plata, sin embargo, aseguran que el trámite debería resolverse sin contratiempos y califican la postura nacional como una “puesta en escena”. Funcionarios bonaerenses sostienen que la solicitud cumple con los requisitos técnicos, especialmente porque la mayor parte del paquete está destinado al rollover de vencimientos previos.

La administración provincial insiste en que negarle la autorización a Buenos Aires sería “un tiro en el pie” para la Nación, ya que complicaría la situación crediticia del país y podría forzar a la Provincia a afrontar pagos que afectarían áreas sensibles como salud, educación y obras públicas.

El paquete aprobado incluye deuda para la administración central y empresas públicas, entre ellas AUBASA y Buenos Aires Energía, con asignaciones específicas, como 400 millones de dólares para proyectos energéticos, que requieren autorización para su ejecución. Por eso, la demora en la definición genera incertidumbre sobre plazos y contratos previstos.

Desde el entorno de Kicillof remarcan que no hay una fecha concreta para pedir el aval y que las emisiones se realizarán “cuando las condiciones del mercado lo permitan”. El procedimiento implica pasos técnicos por los ministerios de Hacienda e Interior, y la posibilidad de que la aprobación se otorgue de manera escalonada.

Las críticas nacionales también se mezclaron con tensiones políticas previas. Caputo acusó a la Provincia de aumentar el gasto corriente por encima de la inflación, mientras Pareja apuntó contra acuerdos “a espaldas de la ciudadanía”, dando señales de que la discusión trasciende lo fiscal para instalarse en la agenda electoral.

Kicillof respondió con ironía y defendió que la ley es estrictamente para refinanciar deudas heredadas. El Gobernador recordó que este año pagaron vencimientos con recursos provinciales que deberían haber sido destinados a políticas sociales, y advirtió que sin autorización, la Provincia “se verá obligada a afrontar pagos que complicarán aún más la situación”.

En paralelo, la relación política entre Nación y Provincia atraviesa uno de sus momentos más tensos. Ningún funcionario bonaerense fue recibido aún por el ministro del Interior, Diego Santilli, pese a pedidos formales de reunión, lo que alimenta la percepción de un bloqueo político más que técnico.

En un clima de creciente confrontación, la definición del Gobierno nacional será determinante para el futuro financiero de Buenos Aires. Si Milei habilita el endeudamiento, la Provincia podrá encarar 2026 con mayor previsibilidad. Si lo rechaza o lo recorta, la pulseada podría derivar en una crisis política y presupuestaria de alto impacto.