Sebastián Pareja reunió a más de 700 dirigentes bonaerenses en un congreso que contó con el respaldo clave de Karina Milei, gesto que reordenó la interna libertaria en plena disputa por el control político y legislativo de La Libertad Avanza en la provincia, donde se define buena parte del poder real del espacio.
El repunte electoral de octubre volvió a posicionar a Karina y a Pareja, luego de semanas ásperas por los flojos resultados previos y las críticas internas. En ese nuevo escenario, el operador bonaerense recuperó aire y quedó legitimado por la figura más influyente del armado libertario, algo que tensó aún más la puja con Las Fuerzas del Cielo.
Pareja venía golpeado por la derrota de septiembre y las acusaciones que lo vinculaban con nombres de pasado kirchnerista. Esa situación lo dejó a tiro de ser desplazado por la tropa de Santiago Caputo. Sin embargo, el envión de la elección general y el triunfo nacional lo reubicaron en la mesa de decisiones del espacio.

Con su banca nacional asegurada y el objetivo de desbancar a Agustín Romo en la jefatura del bloque bonaerense, Pareja buscó mostrar músculo político en el congreso del Hotel Provincial. La asistencia masiva le sirvió para marcar territorio y exponer la fractura interna: la ausencia de los referentes de Las Fuerzas del Cielo no pasó inadvertida.
Karina Milei agradeció el trabajo territorial y llamó a sostener el envión para empujar las reformas del Gobierno. Pareja, por su parte, planteó que LLA ya está consolidada como oposición y que debe orientar una provincia “sin déficit y más libre”, prometiendo llevar el proyecto presidencial a cada ámbito legislativo donde tengan representación.
El avance de Pareja, ahora fortalecido por el apoyo explícito de la hermana del Presidente, despertó inquietud en los sectores libertarios más duros, que temen que busque controlar los bloques en los municipios y la Legislatura. La disputa abierta deja al descubierto un mapa libertario en plena reorganización y con múltiples frentes de tensión.