En la administración de Axel Kicillof se muestran optimistas, desde su entorno aseguran que el Gobernador bonaerense cree tener prácticamente cerrada la negociación con la oposición para aprobar el endeudamiento, el Presupuesto y la Ley Impositiva la próxima semana. El Ejecutivo provincial afirma haber avanzado en los dos puntos más conflictivos: el reparto de cargos en organismos estatales y la creación de un fondo fijo para los municipios.
Sin embargo, en La Plata aclaran que no dan la negociación por concluida. Aunque la oposición estaría alineada para acompañar el paquete legislativo, persiste la preocupación por posibles movimientos inesperados dentro del propio peronismo. En el kicillofismo señalan que el martes pasado no salió el dictamen de endeudamiento pese a que, según sostienen, “las condiciones estaban dadas”, y miran de reojo al cristinismo por eventuales pedidos de última hora.
El martes, la Comisión de Presupuesto dictaminó el tratamiento presupuestario y la Ley Fiscal, pero dejó afuera el endeudamiento, la pieza central para Kicillof. El oficialismo espera retomar la discusión el próximo martes y llevar todo al recinto el miércoles 26. Para lograrlo, el Gobernador cedió a reclamos opositores y modificó el esquema del auxilio a municipios: ya no será un porcentaje atado a la deuda, sino un fondo fijo cuyo monto todavía se negocia.

A eso se suma el compromiso del Ejecutivo de entregar cargos en organismos públicos, entre ellos el Banco Provincia. Radicales y otros sectores opositores coinciden en que “todo está encaminado”, aunque advierten que el verdadero obstáculo es la interna peronista, no sus propias demandas. “Si resuelven su interna, esto sale en dos minutos”, lanzó un dirigente opositor al tanto de la negociación.
En el peronismo conviven dudas y recelos. Algunos sectores quieren que Kicillof ponga sobre la mesa todos los temas pendientes, incluyendo la definición de autoridades legislativas, antes de avanzar con las leyes. En el Ejecutivo bonaerense relativizan esa exigencia: aseguran que no es condición definir la conducción parlamentaria para aprobar los proyectos, aunque admiten que es una negociación que se desarrolla en paralelo.

La desconfianza se mantiene latente. En el kicillofismo recuerdan episodios pasados en los que, pese a tener acuerdos avanzados, sectores propios terminaron torciendo la discusión a último momento. Aun así, pusieron paños frios sobre las declaraciones de la intendenta Mayra Mendoza sobre convertirse en “opositora responsable” y aseguran que no afectaron el clima interno.
Ante este panorama, todo indicaría que el próximo miércoles 26 de noviembre, habrá una doble sesión, tanto en Diputados como en el Senado bonaerense. Mientras tanto, hay un actor cuya intervención es valorada en La Plata: Sergio Massa. En contraste con los recelos hacia el cristinismo, en el entorno del Gobernador destacan que el líder del Frente Renovador “está muy comprometido” y que su colaboración está siendo clave para encaminar una negociación que, aunque madura, aún espera un cierre definitivo.