El gobierno de la provincia de Buenos Aires retomó ayer las negociaciones paritarias con los gremios estatales, aunque sin presentar ninguna oferta concreta. La reunión reunió a funcionarios y sindicatos para escuchar demandas salariales y laborales, mientras mañana será el turno de los judiciales.
ATE participó del encuentro y confirmó que la Provincia no propuso aumento alguno. En cambio, los funcionarios se dedicaron a recibir y anotar los reclamos de los trabajadores. Los gremios valoraron la apertura al diálogo, aunque remarcaron que esperan definiciones rápidas sobre salarios y condiciones de trabajo.
Entre las principales demandas, ATE solicitó agilizar los pases a planta permanente, avanzar en la reducción de la jornada laboral sin afectar los ingresos y derogar la Resolución 293/18, que regula a los auxiliares de la educación, heredada de la gestión Vidal. Los sindicatos buscan recuperar derechos y certezas laborales.

En cuanto a los salarios, Claudio Arévalo, secretario general de ATE, remarcó la urgencia de cerrar el año con un aumento sobre el básico. También insistió en la necesidad de recuperar poder adquisitivo perdido en los últimos años, un reclamo central de todos los gremios estatales ante la inflación y la pérdida de valor de los sueldos.
Por su parte, Fegeppba presentó un pliego con pedidos similares: recuperación salarial para noviembre y diciembre, pase a planta permanente del personal precarizado y otras mejoras laborales. Julio Castro, al frente del gremio, subrayó la importancia de cumplir los compromisos asumidos en el cronograma de revisión salarial.
Por ahora, la Provincia solo escuchó. ATE pidió una nueva reunión inmediata para avanzar en los planteos, mientras que Fegeppba reclamó garantías sobre los acuerdos previos. Mañana se retoman las paritarias con la AJB, y más adelante llegarán docentes y médicos, aunque sin fecha confirmada, mostrando que las negociaciones recién comienzan.