jueves, 13 de noviembre de 2025 - Edición Nº3332
Cronos Noticias » En Foco » 10 nov 2025 09:53

Interna local

Massa mueve el tablero en Tigre: impulsa a Rovira por la pelea con Zamora

Con Julio Zamora debilitado tras su fracaso electoral, el massismo prepara la revancha en Tigre para 2027. Sergio Massa y Malena Galmarini apuestan por Sebastián Rovira, el joven economista que barrió en las últimas legislativas. Sin mayoría en el Concejo, Zamora busca oxígeno con los libertarios mientras crece la pelea por el PJ local.


  • Massa mueve el tablero en Tigre: impulsa a Rovira por la pelea con Zamora

Producto del enfrentamiento con el intendente Julio Zamora, el massismo se prepara para recuperar su bastión político en 2027. Sergio Massa y Malena Galmarini ya tienen candidato: Sebastián Rovira, un joven economista de 25 años que sorprendió en las últimas legislativas con una victoria contundente sobre el oficialismo local. Su irrupción marcó el inicio de una nueva etapa para el Frente Renovador (FR) en su distrito de origen.

El triunfo de Rovira al frente de la lista de Fuerza Patria en septiembre no fue casualidad. Detrás de su candidatura hubo una estrategia impulsada por Galmarini para renovar el perfil del massismo y reconectar con el electorado tigrense, que en los últimos años había tomado distancia del zamorismo. “Logramos volver a hablar con la gente, escuchar sus reclamos y caminar barrio por barrio”, explicaron desde el equipo del FR.

Magíster en Políticas Públicas y parte del equipo fundador de la Universidad del Delta, Rovira representa la cara joven del peronismo massista. Su campaña combinó territorio y redes, con un fuerte discurso crítico hacia la gestión municipal. Desde las filas en los centros de salud hasta los carteles tapados en la vía pública, el dirigente emergente expuso los problemas cotidianos del distrito y le dio un tono fresco a la política local.

El resultado fue contundente: la lista de Rovira relegó a Zamora al tercer puesto, 16 puntos por debajo. En el massismo interpretan ese resultado como el fin de un ciclo. “Zamora se confió después de 2023, perdió el pulso del municipio y la gente lo castigó”, señalan. La derrota dejó al intendente sin proyección política clara y sin capacidad para digitar su sucesión, que hoy se disputa entre su esposa, Gisela Zamora, y su hija, Gabriela, secretaria de Gobierno local.

El golpe electoral también tuvo impacto económico. Según fuentes del armado de Somos, el espacio con el que Zamora compitió junto a Juan Schiaretti y Florencio Randazzo, el intendente habría destinado más de 200 millones de pesos a la campaña digital de septiembre, aseguraron fuentes cercanas al armado massista. A pesar de los gastos, su lista apenas alcanzó el 4,22% de los votos y quedó a una décima del Frente de Izquierda, en una de las peores elecciones de su carrera.

Sin mayoría en el Concejo Deliberante, Zamora atraviesa una etapa de aislamiento político. La pérdida de bancas lo obliga a buscar acuerdos con el bloque libertario de Segundo Cernadas, ex candidato de Patricia Bullrich, con quien ya compartió varias votaciones clave. En el massismo leen esa alianza como un “pacto de supervivencia” y anticipan que el intendente “seguirá acercándose a los libertarios para sostener gobernabilidad”.

Mientras tanto, el FR tigrense consolidó cinco bancas y promete una oposición firme. “Nosotros vamos a ser oposición. Zamora eligió jugar por fuera del peronismo y hace tiempo tenemos diferencias en la gestión”, afirmaron desde el entorno de Rovira. En ese escenario, el Concejo se convertirá en el nuevo campo de batalla entre el massismo y el zamorismo, con debates que ya comienzan a tensar la agenda local.

Uno de los primeros cruces se dio por el desarrollo urbano. Rovira cuestionó el avance de las torres impulsadas por Zamora y denunció falta de planificación en el crecimiento de la ciudad. En esa discusión también apuntó contra Cernadas, a quien vinculó directamente con el intendente por votar sistemáticamente a favor de los proyectos del Ejecutivo.

En paralelo, el massismo comenzó a disputar la conducción del PJ local, que hoy responde al zamorista Lucas Gianella. “Si se abre la posibilidad de competir, lo vamos a hacer”, adelantaron desde el Frente Renovador, que busca reactivar la sede partidaria, cerrada hace meses. Durante el acto por el Día de la Lealtad, el sector de Galmarini exigió su reapertura con una consigna que resonó fuerte: “La historia del peronismo en Tigre no se clausura con un candado”.

Con vistas a 2027, Massa y Galmarini ven en Rovira la posibilidad de cerrar el ciclo de Zamora y recuperar el municipio que los vio nacer políticamente. El joven economista ya se muestra como una figura en ascenso, con proyección territorial y respaldo nacional. El tablero de Tigre vuelve a moverse, y el peronismo local se prepara para una nueva disputa donde se juega más que una intendencia: la reconstrucción del poder massista en su propia casa.

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