La Cámara de Diputados bonaerense convocó para el miércoles a las 14 a una sesión clave: el proyecto de Presupuesto 2026, junto con la Ley Fiscal Impositiva y la Ley de Financiamiento, pasará a tener estado parlamentario. El llamado sorpresivo apunta a acelerar el debate antes del recambio legislativo.
Kicillof apuró la convocatoria, buscando que el paquete presupuestario llegue rápido a comisiones. Junto con la ley de leyes, se incluirán otras iniciativas que ya recibieron despacho en comisiones, evitando la tradicional demora de la Legislatura y marcando un ritmo acelerado en los últimos días del año legislativo.
Presidida por el massista Alexis Guerrera, la Cámara confirmó que la sexta sesión ordinaria se realizará a las 14 del miércoles. Kicillof aspira a sancionar el presupuesto antes del 10 de diciembre, aunque la dinámica política se complica por la nueva composición legislativa y el ascenso de La Libertad Avanza como primera minoría.

La aprobación del Presupuesto exige mayoría especial en ambas cámaras: 61 votos en Diputados y 31 en el Senado. Esto obliga al oficialismo a negociar con la oposición para conseguir los dos tercios necesarios, ya que ni el peronismo ni el kirchnerismo alcanzan ese quórum por sí solos en ninguno de los recintos.
El radicalismo cuestiona el Fondo de Fortalecimiento de la Inversión Municipal, ligado a la deuda de USD 1.990 millones, y exige que los fondos sean fijos, actualizables y de libre uso. Además, la oposición presiona por cargos vacantes en organismos clave como Banco Provincia o la Dirección General de Escuelas, generando un tablero de negociaciones complejo.
La interna peronista suma tensión: los camporistas y massistas podrían obstaculizar el avance si no logran consenso. Mayra Mendoza y Máximo Kirchner ya adelantaron críticas sobre la falta de detalles en el fondo municipal y posibles modificaciones. La maniobra de Kicillof dependerá de su capacidad para equilibrar aliados y oposición.