En la recta final de la campaña legislativa, un acto en La Plata dejó al descubierto una jugada política de más largo alcance. Con el homenaje a José Ignacio Rucci como telón de fondo, el gobernador Axel Kicillof fue respaldado por la CGT, intendentes del Conurbano y figuras del sindicalismo, en un gesto que lo posiciona como principal referente de la oposición con proyección presidencial hacia 2027.
En este marco, el intendente platense Julio Alak, no dudó en declarar que el gobernador "tiene el bastón de mariscal para conducirnos hacia la Rosada". El encuentro, realizado en la sede de la CGT Regional La Plata y acompañado por una masiva movilización militante, funcionó como plataforma simbólica y política para relanzar el liderazgo de Kicillof en el peronismo. En el acto se renombró una calle en honor a Rucci, pero la verdadera centralidad estuvo en la figura del gobernador, rodeado por históricos referentes gremiales y jefes comunales bonaerenses.
A su vez, la presencia de dirigentes como Héctor Daer, Hugo Moyano, Mario Secco y el propio intendente local reveló el entramado que empieza a consolidarse dentro del peronismo bonaerense: un eje sindical-territorial que ve en Kicillof la figura capaz de reordenar al espacio tras la derrota de 2023. La sintonía entre las distintas vertientes del peronismo en este acto sugiere que las diferencias internas comienzan a replegarse en pos de una estrategia común.
Si bien el foco inmediato sigue siendo la elección del 26 de octubre, el acto dejó en evidencia que sectores clave del peronismo ya piensan en el mediano plazo. El llamado a fortalecer la unidad del movimiento obrero, sumado al apoyo explícito de intendentes del Conurbano, proyecta a Kicillof más allá de la Gobernación y lo instala como un potencial candidato a presidente en 2027.
La liturgia peronista, mezclada con el operativo clamor, buscó reforzar una idea: frente a la fragmentación opositora y la crisis del macrismo, la figura del gobernador emerge como la más ordenada y con mayor volumen político para disputar el liderazgo nacional. El peronismo bonaerense, con el respaldo gremial como base, se prepara para ocupar ese vacío. Mientras tanto, desde la capital provincial buscan relanzar la campaña con gestión municipal.
La jornada en La Plata no solo dejó una postal de unidad, sino también un mensaje claro hacia el interior del peronismo y del sistema político: Axel Kicillof no solo administra, sino que construye poder. En ese marco, el protagonismo de figuras como Julio Alak y la CGT refuerzan una narrativa que ya empieza a recorrer los pasillos del justicialismo: el Gobernador no solo conduce la Provincia, sino también una alternativa nacional en gestación.