La incertidumbre por la reimpresión de las boletas únicas papel (BUP) sigue generando tensión en la previa de las elecciones del 26 de octubre. La salida de José Luis Espert como candidato a diputado nacional y su reemplazo por Diego Santilli encendió el debate dentro de La Libertad Avanza y en la propia Junta Electoral Nacional, que todavía no resolvió si autorizará o no la reimpresión de las boletas.
El Gobierno Nacional, a través del ministro del Interior, Lisandro Catalán, fue citado por la Junta para presentar un informe detallado sobre los costos, plazos y disponibilidad presupuestaria para volver a imprimir las boletas en la provincia de Buenos Aires. Según trascendió, más del 80% del material ya fue impreso, controlado y se encuentra en proceso de distribución, lo que complicaría una eventual reimpresión total.
Catalán deberá informar además qué imprentas podrían hacerse cargo del trabajo, cuánto tiempo demandaría y en qué fecha podrían entregarse las nuevas boletas, en caso de aprobarse el pedido. El funcionario expondrá este miércoles a las 10.30 en una audiencia convocada por la Junta, a la que fueron invitadas todas las fuerzas políticas que participarán de los comicios.

Desde el oficialismo estiman que el costo de reimprimir las boletas rondaría los $15.000 millones, una cifra que el peronismo bonaerense ya calificó como “inviable” en el actual contexto económico. En tanto, en la oposición sostienen que mantener la cara de Espert podría generar confusión en el electorado y perjudicar el desempeño de La Libertad Avanza tras el escándalo que rodeó al exprecandidato y sus vínculos con el empresario Alfredo “Fred” Machado.
La Junta Electoral bonaerense se comprometió a resolver el conflicto antes del miércoles a las 8.30, luego de recibir el informe oficial. Hasta entonces, el futuro de las boletas y la estrategia electoral de los libertarios quedarán en suspenso, a la espera de una definición que podría alterar la logística y el clima político de la recta final hacia las elecciones.