A pesar de haber compartido la boleta electoral con La Libertad Avanza (LLA) en los comicios del 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires, el PRO bonaerense confirmó que mantendrá su independencia legislativa. En ambas cámaras de la Legislatura bonaerense, el partido que supo liderar la oposición durante los últimos años continuará con bloques propios, sin avanzar, al menos por ahora, en la conformación de un interbloque con el espacio libertario.
En la Cámara de Diputados, el partido amarillo cuenta con 13 bancas y se posiciona como la segunda minoría detrás de Unión por la Patria, hoy por hoy Fuerza Patria. Figuras como Agustín Forchieri, Julieta Quintero Chasman y Gustavo Coria (referenciados con Diego Santilli), junto a otros como Rita Salaberry (Ritondo) y Alejandro Rabinovich (Montenegro), seguirán siendo parte del bloque amarillo. Lo mismo ocurrirá en el Senado, donde el PRO tiene nueve representantes y continuará con línea propia.
Si bien se esperan cambios en la composición tras las elecciones nacionales del 26 de octubre, que podrían reducir la presencia del PRO en ambas cámaras, no hay voluntad política de integrarse completamente a las filas libertarias. Las diferencias internas dentro del PRO, sumadas a la falta de definiciones claras por parte de LLA en el ámbito bonaerense, alimentan una convivencia distante pero funcional.

La situación es especialmente compleja en el Senado, donde conviven referentes de distintos sectores del PRO, como Jorge Schiavone (Grindetti), María Emilia Subiza (Passaglia) y Juan Rico Zini (Martínez), junto a los recientemente electos Diego Valenzuela y Guillermo Montenegro, que empujan un mayor acercamiento a LLA. Aun así, no hay consensos sólidos para una fusión legislativa.
Según fuentes partidarias, el futuro del vínculo con los libertarios dependerá de dos factores clave: el resultado de las elecciones nacionales y el reordenamiento interno que ocurra en el Congreso después del 10 de diciembre. Si Milei sufre una derrota contundente, el PRO buscará sostener su identidad sin comprometerse con un espacio en declive. En cambio, si Ritondo logra fortalecer su liderazgo en la escena nacional, se abriría la puerta a nuevas negociaciones.
Por lo pronto, la orden es clara: mantener la autonomía legislativa, colaborar en temas puntuales con LLA y esperar. Las definiciones más trascendentes llegarán con el recambio institucional de diciembre, cuando se renueven las autoridades en las cámaras y se termine de definir el mapa de poder a nivel nacional y provincial.