Un violento episodio sacudió este jueves la tranquilidad de Brandsen y dejó al descubierto la feroz interna que atraviesa al peronismo local. El intendente camporista Fernando Raitelli protagonizó una pelea callejera con el concejal Lucas Bronicardi, dirigente del Frente Grande y referente local del gobernador Axel Kicillof.
Todo ocurrió cuando Bronicardi se encontraba descargando mercadería en su local partidario, enviada desde el Ministerio de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, que conduce Andrés “Cuervo” Larroque. Según testigos, una asesora de prensa del intendente llegó al lugar en una camioneta oficial para tomar fotos y videos, lo que generó tensión inmediata.
El concejal, al notar la maniobra, comenzó a filmar con su celular y acusó a la funcionaria de “persecución política”. Minutos después, el propio intendente Raitelli bajó del vehículo y se acercó a Bronicardi para confrontarlo. El intercambio verbal escaló rápidamente hasta llegar a los golpes, empujones y gritos frente a militantes y vecinos.
“Delincuente, andá a laburar”, lanzó Raitelli, mientras que el edil respondió con duras acusaciones: “Tenés la cabeza quemada, falopero”. El cruce terminó con insultos de ambos lados y la intervención de personas que intentaron separar. La escena quedó registrada por testigos y se viralizó en redes sociales.
Desde el entorno de Bronicardi aseguran que la presencia del intendente fue una provocación premeditada, mientras que desde el oficialismo local niegan cualquier acción ilegal y acusan al concejal de “politizar la ayuda social”. El trasfondo del conflicto es la creciente disputa entre La Cámpora y el sector de Kicillof dentro del PJ bonaerense.
La tensión no es nueva: meses atrás, el bloque peronista del Concejo Deliberante sufrió una fractura cuando La Cámpora expulsó a Bronicardi, profundizando la división entre ambas líneas internas. El episodio de este jueves podría marcar un punto de quiebre definitivo en la relación entre Raitelli y el kicillofismo en Brandsen.
El hecho generó un fuerte repudio de sectores políticos y sociales del distrito. Por el momento, no se ha informado si se radicaron denuncias formales, aunque la escalada de violencia política ya encendió alarmas en el peronismo bonaerense.