A 3 días de las elecciones en la provincia de Buenos Aires, pese a la victoria peronista bonaerense, la paz no llega. Las internas dentro del oficialismo provincial y de La Libertad Avanza no solo no se apagaron, sino que se profundizaron con nuevos cruces, pases de factura y acusaciones cruzadas.
En el frente peronista, La Cámpora se encargó de relativizar el éxito electoral del gobernador Axel Kicillof. Lejos de reconocerle el mérito por la decisión estratégica de desdoblar los comicios bonaerenses, dirigentes camporistas como Mayra Mendoza y Facundo Tignanelli insistieron en que la victoria fue "multicausal" y que hubiera sido mejor votar en conjunto con las elecciones nacionales de octubre, como pretendía Cristina Kirchner.
"En octubre el impacto del modelo económico nacional hubiera sido más fuerte", dijo Mendoza, al tiempo que remarcó que “hacíamos este trabajo una sola vez, con un solo mensaje y una sola campaña”. La tensión se sintió también dentro del gabinete, donde referentes como Florencia Saintout celebraron el resultado en La Plata como una victoria de “la ciudad de Cristina”.

En paralelo, las declaraciones de Anabel Fernández Sagasti avivaron la disputa interna. La senadora nacional vinculó el desdoblamiento de las elecciones con la confirmación de la condena a Cristina Kirchner en la causa Vialidad, sugiriendo que la decisión de Kicillof dejó políticamente desprotegida a la ex mandataria.
Desde el kicillofismo salieron a responder de inmediato, acusando a los camporistas de mezclar una estrategia electoral con una agenda judicial. “Vincular el fallo con el calendario electoral es una maniobra innecesaria y malintencionada”, señalaron fuentes cercanas al Gobernador.
Del otro lado del ring, La Libertad Avanza atraviesa su propia tormenta. La derrota en Provincia desató una feroz interna entre los sectores liderados por Sebastián Pareja, referente del armado bonaerense y cercano a Karina Milei, y las “Fuerzas del Cielo”, encabezadas por Santiago Caputo y marginadas del diseño de listas.

La polémica se encendió con las declaraciones del excomisario Maximiliano Bondarenko, diputado electo por LLA, quien cuestionó el ajuste del gobierno al confesar que su madre, jubilada, "no llega a fin de mes". Una crítica poco habitual dentro del oficialismo libertario y que fue leída como una “soltada de mano” al Presidente.
La respuesta no tardó en llegar. El streamer Daniel “Gordo Dan” Parisini lo fulminó en su programa “La Misa” y también apuntó contra Pareja, a quien acusó de “llenar las listas de kirchneristas”. Incluso pidió su renuncia y la de Eduardo “Lule” Menem, asesor de Karina Milei, por “usar a la hermana del Presidente como escudo”.
Mientras tanto, Milei intenta contener la crisis con la creación de una mesa política nacional y otra bonaerense. En esta última fueron incluidos Pareja y Bondarenko, pero quedaron afuera referentes como Agustín Romo y Nahuel Sotelo, ambos alineados con las “Fuerzas del Cielo”.

Romo también intervino tras la derrota, cuestionando a quienes culpaban al electorado pobre de la caída libertaria en Provincia: “Al que diga que perdimos porque a la gente le gusta vivir en calles de tierra hay que echarlo al instante”.
Entre reproches cruzados, teorías conspirativas y pases de factura, tanto el peronismo como el oficialismo libertario atraviesan horas agitadas. Ni el triunfo dio calma a unos, ni la derrota ordenó a los otros. El 26 de octubre se acerca y, por ahora, el ruido interno parece más fuerte que la voz del electorado.