La gran victoria de Kicillof: el peronismo consiguió quórum propio en el Senado bonaerense
Con 13 bancas nuevas, Unión por la Patria alcanzó las 24 en la Cámara Alta y ya no necesita aliados para sesionar. La oposición quedó fragmentada y sin capacidad de bloqueo, mientras tanto el Gobernador consolida su poder legislativo en la provincia.
La elección del 7 de septiembre dejó un dato central para la política bonaerense: el peronismo, a través de Unión por la Patria y su principal articulación Fuerza Patria, logró consolidar su hegemonía en el Senado provincial al obtener quórum propio, con 24 bancas. Es un triunfo institucional clave para Axel Kicillof, que no solo garantiza gobernabilidad, sino que también refuerza su rol de conducción dentro del justicialismo bonaerense.
La Cámara Alta renovó 23 bancas en esta elección, de las cuales el oficialismo ponía en juego 10. El resultado fue contundente: Unión por la Patria consiguió 13 nuevas bancas, sumando 3 escaños más y alcanzando así los 24 senadores necesarios para sesionar sin negociar con otras fuerzas. Esta mayoría absoluta le permitirá avanzar con proyectos sensibles sin depender de acuerdos con la oposición, en un contexto nacional cada vez más inestable.
En Diputados, aunque el oficialismo no logró el mismo nivel de control, también mostró fortaleza. Fuerza Patria mejoró su representación neta: ponía en juego 19 bancas y terminó ingresando 21 legisladores. Con los aliados y espacios satélites, el oficialismo suma 40 diputados, consolidando una mayoría relativa frente a una oposición fragmentada. Cabe aclarar que este año, el Gobierno bonaerense utilizó el mismo presupuesto que el año pasado, debido a que no se logró aprobar el proyecto presentado a finales de 2024.
Con el triunfo de hoy queda confirmado que en Argentina hay otro camino y hoy empezamos a recorrerlo.
Sabemos muy bien la responsabilidad que nos toca, que no alcanza con criticar ni con oponerse. Durante meses nos dijeron que arrasaban, que iban a pintar la provincia de violeta… pic.twitter.com/kBQISJamQh
La alianza entre el PRO y La Libertad Avanza creció como bloque legislativo, particularmente en Diputados, donde sumaron 21 nuevos escaños cuando defendían 13, obteniendo una ganancia neta de 8 bancas. Sin embargo, la convivencia entre ambos espacios aún es incierta, ya que funcionan como bloques separados y con tensiones internas no resueltas. En el Senado, la misma alianza sumó 8 bancas, pero quedó muy lejos del número necesario para condicionar al oficialismo.
Por su parte, la UCR fue la gran perdedora de la jornada. El bloque referenciado en Maximiliano Abad, que venía con presencia en ambas Cámaras, no logró retener ninguna de las bancas que arriesgaba. En Diputados, el radicalismo cayó de forma estrepitosa, al igual que en el Senado, donde quedó sin poder de fuego. Tampoco le fue mejor al espacio Somos Buenos Aires, que solo logró avances puntuales en la Cuarta Sección y no pudo evitar retrocesos.
Con esta nueva configuración, el Senado provincial se convierte en un bastión político de Axel Kicillof. La posibilidad de sesionar sin necesidad de consensos amplios le otorga una herramienta de poder fundamental, tanto para profundizar su agenda de gobierno como para proyectarse en la interna nacional del peronismo. La oposición, en cambio, deberá reconfigurar su estrategia ante un oficialismo fortalecido.
La nueva Legislatura bonaerense refleja un mapa político provincial donde el peronismo mantiene su músculo territorial y legislativo, mientras que la oposición, aunque con crecimiento libertario, aparece dispersa y sin conducción clara. El Senado, ahora en manos plenas del oficialismo, será el espacio donde se definan las próximas batallas políticas de Axel Kicillof.