En la madrugada del domingo, a las 2:30, la empleada de un kiosco que fue inaugurado pocas semanas antes, vivió un eterno minuto de terror durante un violento asalto.
Un sujeto que se cubría el rostro con una visera y una capucha, violentó la puerta vidriada con patadas e ingresó al salón empuñando una cuchilla o una faca con la que amenazó a la joven encargada.
"Llevate todo, llévate todo", le rogó la muchacha para que no la lastime. "La plata está en la caja, ahí tenés la computadora", le señaló pero al violento no le interesó.
Una vez que se hizo del efectivo y el teléfono celular del comercio, el delincuente sacó del exhibidor botellas de whisky, vodka y fernet. A continuación le exigió a la empleada que llene una bolsa con atados de cigarrillos.
Momentos después y con toda calma, el delincuente abandonó el local de la misma forma como ingresó.
El propietario del comercio analizó las imágenes que registraron sus cámaras de vigilancia y observó que el malviviente estaba acompañado por al menos un cómplice que actuó como campana y lo aguardó en la esquina de la Calle 123 y Avenida 7. Además detectó que pocas horas antes los sujetos se presentaron en el lugar como clientes y que realizaron una compra.
Hasta el momento los delincuentes permanecen prófugos y sin identificar.