El intendente de General Villegas, Gilberto Alegre, tomó distancia del Movimiento Derecho al Futuro tras el cierre de alianzas para las elecciones de septiembre. El histórico dirigente, cuestionó hace algunas semanas, el rol de La Cámpora en la interna, y confirmó que ya está en conversaciones con otro armado político.
Su salida no fue repentina. Ya había advertido que no compartiría proyecto con un sector que, según él, quiere imponer una conducción sin votos ni gestión. Como había anticipado para CRONOS, Alegre se había acercado al kirchnerismo por la vía de Kicillof, con la condición de no acordar con La Cámpora.
Las críticas apuntaron directo a Máximo Kirchner, a quien calificó como un “escollo muy difícil de resolver”. El intendente se diferenció también de cualquier reivindicación de la figura de Cristina Kirchner. Su diagnóstico político fue claro: no ve futuro en una estrategia que busque refugio en el relato y no en el gobierno.

Actualmente, el jefe comunal de General Villegas baraja la posibilidad de sumarse a “Somos Buenos Aires”, una alternativa, que fiel a sus condiciones, se encuentra lejos del kirchnerismo, con dirigentes peronistas, del GEN y de la Coalición Cívica, que quedaron por fuera de los “extremos”.
El mensaje fue para adentro del peronismo: o conduce quien gestiona o no hay unidad posible. Según Alegre, el problema no es juntarse, sino quién marca el rumbo. Cuestionó que sectores sin votos quieran imponer listas y advirtió que Axel Kicillof corre el riesgo de ser condicionado desde adentro.
La fractura que protagoniza Alegre podría anticipar nuevas salidas si el cierre de listas confirma la hegemonía camporista. Para él, esta elección es más estratégica que decisiva: prefiere perder con una identidad propia que ganar siendo furgón de cola.