A través de un comunicado, la Federación Argentina de Municipios (FAM), compuesta por 500 intendentes de todo el país, repudiaron el fallo contra Cristina Kirchner y sostuvieron que la “democracia con proscripciones no es democracia”. La entidad pública es presidida por el jefe comunal de La Matanza, Fernando Espinoza.
En el escrito, señalaron: “Afirmamos que la ratificación de la condena a Cristina Fernández de Kirchner por parte de los tres integrantes de la Corte Suprema es la pieza final de una maquinaria que se puso en marcha hace años para disciplinar a quien se atrevió a transformar la Argentina”.
Cabe destacar que esta entidad mantiene estrechos lazos con su par representativo de América Latina, Federación Latinoamericana de Municipios (FLACMA). Además de Espinoza, los bonaerenses que forman parte del comité ejecutivo de la asociación son Fernando Moreira (San Martín), Marisa Fassi (Cañuelas), Gustavo Cocconi (Tapalqué), Maria Celia Gianini (Carlos Tejedor), Noelia Correa (Malvinas Argentinas), Mariel Fernández (Moreno), Karina Menéndez (Merlo), Julio Zamora (Tigre), Osvaldo Caffaro (Zarate), Gustavo Barrera (Villa Gesell), Marcelo Santillan (A. Gonzales Chaves) y Esteban Sanzio (Baradero).
A su vez, manifestaron que la condena a Cristina: “No se trata de una decisión judicial: se trata de una acción política, disfrazada de legalidad y dictada por el Partido Judicial, que es en lo que se transformó una parte del Poder Judicial cooptada por intereses ajenos a los del pueblo argentino”.
En tanto, sostuvieron que “a Cristina la persiguen por representar a las mayorías, por defender a la industria nacional, a las pymes, a los pequeños y medianos productores rurales, a las producciones regionales, al mundo del trabajo, a los comerciantes, a los estudiantes, a las y los jubilados, a la soberanía nacional y por haber puesto al Estado al servicio de quienes más lo necesitaban”.

A la vez que indicaron: “La quieren fuera de juego porque encarna un proyecto colectivo que no se rinde, no se arrodilla y no se vende. Proscribir a Cristina es proscribir a la democracia que nace de la voluntad mayoritaria de la ciudadanía, es ponerle un cepo al voto popular, es clausurar la posibilidad de que la gente elija libremente a quien libremente se postula para representarlo” resaltaron desde FAM.
Asimismo, concluyeron que “la condena a Cristina en realidad es la condena a la verdad y a la memoria: se intenta postergar la dignidad de millones de argentinas y argentinos que no se resignan a ver cómo les roban el futuro de sus hijos”.