Robos a jubilados: gitana engañó y le dio una paliza a la abuela que se resistió durante una entradera

Nelly tiene 75 años y la tarde del martes sufrió un intento de robo y homicidio en su vivienda ubicada en la localidad de Monte Grande.

Pasadas las 14 una robusta mujer que pertenecería a la comunidad gitana, se acercó a su domicilio y la engañó con una variante del "cuento del tío".

La adulta mayor le permitió ingresar a la propiedad y cuando llegaron al living la atacó a traición, y de manera brutal, para arrebatarle las llaves de las rejas exteriores. La gitana las necesitaba para que acceda el cómplice que aguardaba en un Toyota Corolla color gris.

Video y audio brutales: gitana engañó y le dio una paliza a la abuela que se resistió durante una entradera. La delincuente la convenció de que le permita acceder a la casa y la atacó en el living. La resistencia y los gritos la obligaron a escapar con el cómplice#CronosNoticias pic.twitter.com/0J4KE6ta5H

— Cronos Noticias (@Cronos_Noticias) June 11, 2025

La jubilada se encontraba sola con la perra de la familia y durante tres minutos soportó las mordidas, golpes y un ahorcamiento homicida.

La salvaje gitana la tiró contra el respaldo de un sillón, se le tiró encima y la tomó del cuello para que deje de gritar y pedir ayuda.

"Socorro, Ricardo", llamó Nelly a un vecino de enfrente. "Salí de acá", le ordenó la jubilada a la timadora.

"Entrá muchacho", vociferó la bestia gitana, en varias ocasiones, cuando no se pudo imponer a pesar de la diferencia física.

Finalmente el cómplice saltó las rejas, ingresó a la vivienda de la calle Cnel. Dorrego y colaboró para obtener las llaves que finalmente consiguieron.

A continuación el sujeto llevó a Nelly a un dormitorio y la tiró al piso, la inmovilizó unos breves segundos y desistió cuando comprendió que los vecinos observaron lo que ocurría y llamaron a la policía.

El cobarde, perseguido por la jubilada, corrió hasta el auto donde lo esperaba la gitana y juntos escaparon con las llaves del lugar.

En pocas horas las huellas del salvaje ataque se hicieron visibles en el rostro de la mujer a través de moretones y laceraciones.

Los médicos que la atendieron le confirmaron que durante algunos días no podrá hablar con normalidad como consecuencia del estrangulamiento criminal al que fue sometida durante varios minutos.

Hasta el momento la gitana y su cómplice permanecen en libertad y los vecinos de Nelly exigen que sean hallados y permanezcan detenidos.