Desde el pasado jueves 15 de mayo se produjeron precipitaciones que continuaron durante el fin de semana ocasionando inundaciones en el norte de la provincia de Buenos Aires, lo que generó la evacuación de 3.166 bonaerenses, y se cobró la vida de Diego Uriburu en la localidad de San Antonio de Areco.
A su vez, las tormentas generaron anegamientos, derrumbes de puentes, cortes de rutas nacionales y provinciales en 30 municipios. Los evacuados permanecen alojados en centros de emergencia. Zárate y Campana fueron las localidades más afectadas, con barrios enteros como San Cayetano completamente inundados. “Perdí todo, no quedó nada. Ahora voy a ver si puedo rescatar a los perros que quedaron arriba del techo”, detalló un vecino a medios locales.
A partir del viernes, el Gobierno bonaerense desplegó un operativo integral para contener la emergencia, segúnlo confirmado por el Ministerio de Seguridad movilizó más de 200 efectivos policiales, 99 bomberos voluntarios, medios acuáticos, móviles terrestres, motobombas, grupos electrógenos y torres de iluminación en los distritos más golpeados: Arrecifes, Campana, San Antonio de Areco, Salto y Zárate.
Además, se activó la Mesa de Respuesta Comunitaria en la Emergencia, coordinada por el Ministerio de Desarrollo de la Comunidad a cargo de Andrés Larroque, junto a organizaciones sociales, voluntarios y brigadas territoriales. El gobernador Axel Kicillof aclaró en conferencia de prensa que “todavía la situación crítica probablemente se extienda”, y pidió a los bonaerenses afectados que tengan “extrema precaución” al circular por rutas o calles anegadas.
En tanto, se reportaron 4460 personas rescatadas o autoevacuadas. Solo en Campana fueron 1300, con San Cayetano como el barrio más comprometido. En Salto, la cifra alcanzó los 2000 afectados. El agua acumulada superó los 400 milímetros en algunas zonas, colapsando el sistema de escurrimiento y generando un avance constante de los cursos de agua hacia el este, en dirección al Río Paraná.