El mediodía del sábado los empleados de "Panadería Julieta" vivieron minutos de angustia y terror durante un violento asalto en el comercio de Sarandí.
Dos hombres que se presentaron como clientes y encargaron pan, aguardaron a quedar solos con el vendedor para exhibir un arma de fuego y dejar en claro que el propósito real era el robar.
Sin perder tiempo uno de los sujetos accedió a la cuadra de la panadería y amenazó a los tres empleados que halló en el lugar. Instantes después sumó al trabajador que estaba en el salón.
A continuación los violentos se dividieron las tareas: el que permaneció en la trastienda golpeó a los dos hombres y le exigió a la mujer que le entreguen los efectos personales: cartera, dinero y teléfonos celulares.
Empuñando la pistola, el cómplice llevó a otro joven al mostrador principal y le reclamó que busque la recaudación, también el efectivo que tenían separado con el "cambio chico".
Luego de dos minutos y por diferentes puertas, los delincuentes abandonaron el lugar y escaparon en la moto que habían estacionado a pocos metros, en la esquina de Arredondo y Pasteur.
Hasta el momento los sujetos permanecen prófugos y no habrían sido identificados.