En el corazón de la disputa se encuentra la determinación de Cristina Kirchner y Máximo Kirchner por asegurar la continuidad de sus legisladores bonaerenses, piezas fundamentales para la supervivencia de La Cámpora. Paralelamente, el gobernador, Axel Kicillof busca consolidar su liderazgo, negociando espacios para los intendentes que lo respaldan.
Según fuentes del Movimiento Derecho al Futuro (MDF), publicados por La Política Online, se reveló una estrategia audaz: poner sobre la mesa los seis ministerios clave que La Cámpora controla en el gabinete provincial. Estos ministerios, que incluyen a Justicia conducido por Juan Martín Mena, Salud con Nicolás Kreplak, Ambiente con Daniel Vilar, más IOMA conducido por Homero Giles, el Instituto de la Cultura que dirige Florencia Saintout y el IPS que lidera Marina Moretti.
La lógica detrás de esta jugada es clara: si Cristina y Máximo ceden espacios en las listas seccionales, la disputa por los ministerios podría evitarse. Sin embargo, la resistencia del cristinismo podría desencadenar una ofensiva para despojarlos de estos codiciados cargos, donde se maneja una interesante caja.

La complejidad de la negociación radica en la valoración de los activos en juego: ¿es preferible asegurar una docena de legisladores, con su legitimidad electoral, o mantener el control de ministerios con su vasta estructura y recursos?
Aunque se han descartado públicamente pedidos de renuncia por parte de Kicillof, el MDF sugiere alternativas como la tensión en las relaciones, la restricción presupuestaria y la creación de ministerios paralelos, evidenciando la escalada del conflicto.
Cabe recordar que el punto de máxima tensión entre La Cámpora y Kicillof se alcanzó en septiembre de 2024, cuando Máximo Kirchner encabezó un acto en La Plata, donde lanzó duras críticas contra el Goberador, mientras ministros camporistas observaban desde la primera fila. Este episodio fue interpretado como un desafío institucional directo.
El cierre de listas se vislumbra como un campo de batalla. Intendentes como Mario Secco de Ensenada, líder de la línea dura del kicillofismo, desafían abiertamente a Cristina Kirchner, proponiendo una competencia directa por los votos.

La negociación por la lista de la Tercera Sección Electoral, donde Máximo condicionó el apoyo al desdoblamiento a la candidatura de Cristina, evidencia la magnitud del enfrentamiento. Kicillof, respaldado por intendentes como Secco y Jorge Ferraresi (Avellandeda), se niega a ceder.
Este escenario plantea un desafío crucial para el futuro del peronismo en Buenos Aires, donde la lucha por el poder y la definición de liderazgos marcarán el rumbo político de los próximos años.