El descontrol en el que está inmerso el Municipio de Morón suma capítulos y un error no forzado puso en pie de guerra a los vecinos de Castelar Norte.
El viernes 21 de marzo, sobre la calle Santa Rosa al 1200, durante la inauguración de "El Matatán Tragos" se generaron serios incidentes que se sostuvieron durante la madrugada del sábado.
Los vecinos que no pudieron dormir, que encontraron las puertas y fachadas de sus domicilios orinadas, además de botellas rotas en toda la cuadra, no demoraron en alzar la voz y exigir la clausura del lugar.
El nuevo bar había recibido una habilitación provisoria para funcionar en un local sito en la esquina de Marqués de Loreto y Santa Rosa, aunque desde el municipio y según los dichos de Stella en el primer audio, podía funcionar como un "bar-café" que no tenía permiso de sacar mesas o barras a la vereda.
Históricamente el local nocturno que se mudó desde el partido de Merlo, comercializa las bebidas con alcohol para que los clientes las consuman en mesas y barras dispuestas en la vía pública. Quizá porque estarían acostumbrados a infringir las normas o porque, por alguna razón, no temían represalias, los propietarios no se ajustaron a la habilitación y generaron la inmediata reacción y queja de los vecinos ante las autoridades del municipio de Lucas Ghi.
La intendencia no perdió tiempo y, como correspondía, tomó una legítima medida y lo infraccionó. Lo que continuó es lo llamativo, y reprochable, porque el protagonista fue un alto funcionario municipal.

Foto No Ficcion Web
Rubén Stella, subsecretario de Seguridad de Morón, envió un mensaje de audio con los lineamientos de acción y procedimiento dirigidos a los propietarios de "El Matatán".
"Le tenemos que aplicar un poquito de mafia", les dijo a los agentes de Morón. "Estaría bueno que empecemos a tener un poquito de carita de perrito malo", pidió y aconsejó el funcionario responsable de Defensa Civil, Vigilancia y los móviles de Seguridad Ciudadana
"Carita de malo, mucho ruido en la puerta. El chabón está en falta, se portó mal y nos hizo quedar mal a todos, entonces va a tener que pagar el costo de hacernos quedar mal a nosotros", ordenó Stella.
Pocos días después y alertado que sus palabras llegaron a la opinión pública, sin disimulo y durante un mensaje jocoso amenazó al personal a su cargo.
"Si alguien tiene miedo me avisa y le compro un perro", le sugirió a los agentes en el marco de un operativo en otro destino.
"Y bueno, utilicen si quieren el audio éste porque ustedes son tan, tan, tan lindos chicos que filtran los audios que yo les mando por acá...como los quiero", deslizó y se hizo cargo del primer mensaje incluido en la nota. "El día que agarre el topo les puedo asegurar que me hago una alfombra con ese topo", amenazó Stella.
Rubén Stella es un reconocido abogado penalista de la zona oeste del Conurbano, no es necesario enseñarle que el municipio cuenta con herramientas legítimas para castigar a comerciantes que cometen infracciones o están fuera de la ley. Tampoco lo que establece el Código Penal para aquellos que emplean amenazas para amedrentar o alarmar a una o más personas.