En la mañana del jueves un sujeto al que sería aceptable calificar de fiera, asaltó a una mamá que iba a trabajar en compañía de su bebé de 2 años. El cobarde rastrero la arrojó al suelo, la pateó y la pisó delante de la aterrada criatura que rompió en llanto por los gritos de la mujer.
La cámara de vigilancia que registró el brutal episodio señala que el ataque ocurrió a las 7:45, cuando Marina tiraba de un carro de supermercado por la intersección de las calles La Quiaca y Aconcagua, en Villa Celina.
En ese momento un sujeto al que los vecinos identificaron como E. F. M, alias Toti, la abordó y la amenazó con apuñalar para que le entregue el teléfono celular. La mujer soltó el carro cargado de frutas y verduras, en el que también viajaba el bebé, para resistir el embate del malandra y evitar el arrebato.
Luego de unos pocos segundos de forcejeo, el ratero tiró a la mujer a la calle sin pavimentar y la agredió de una manera inconcebible.
El niño, testigo involuntario de la barbarie, lloró desconsolado cuando escuchó los desesperados gritos de la mujer.
Instantes después Marina cejó en su resistencia y entregó el aparato por temor a ser asesinada y dejar huérfanos de madre a los tres pequeños hijos.
E. F. M se alejó a la carrera y se habría escondido en una casa ubicada sobre la calle Evaristo Carriego donde, aseguraron los vecinos, tendría su domicilio o aguantadero.
Hasta el momento, a pesar de toda la información con la que cuenta y del video en el que se observa con claridad el rostro del cobarde, la policía de la jurisdicción no lo apresó.
A pesar de la increíble y brutal agresión, la mujer sufrió heridas leves.