Conurbano inseguro: un delivery y la clienta de un supermercado, víctimas de roba bicicletas

En los últimos días, en horas de la noche, un joven repartidor de alimentos y una adolescente padecieron el ataque de ladrones de bicicletas. En el primer hecho los implicados fueron tres muchachos que deambulaban por San Justo y estaban a la "pesca", el segundo lo perpetró un solitario ratero que acechaba en la puerta de un supermercado.

Robo 1

Leo trabaja como delivery de un comercio ubicado en el cruce de las calles Soldado Moreno y Canadá. Para no perder tiempo y realizar el trabajo con celeridad, el joven y sus compañeros dejan las motos y las bicicletas sin encadenar en la puerta del comercio.

#LadronesdeBicicletas: no es neorrealismo italiano ni la postguerra, no está De Sica y estos mucho menos buscan trabajo o tienen vergüenza. 2 videos@JaviAlonsook @MinSeguridad_Ar @justiciayddhhBA #CronosNoticias #SanJusto #SanMiguel pic.twitter.com/SpTFNVHzuB

— Cronos Noticias (@Cronos_Noticias) January 13, 2025

La noche del sábado tres jóvenes malandras intentaron sacar provecho de la arriesgada decisión de los trabajadores.

Los descuidistas caminaban por la calle Canadá y al llegar a la intersección con Soldado Moreno observaron el rodado apoyado en la fachada y sin seguridad. Instantes después uno de los sujetos se le acercó con disimulo, la tomó y pretendió escapar pedaleando.

El repartidor detectó la maniobra y antes que el ratero cruce la esquina lo interceptó, lo sujetó de un brazo y lo desmontó. A continuación y mientras forcejeaba con el descuidista, un cómplice tomó la bicicleta abandonada en el pavimento e intentó escapar con el segundo compañero criminal.

Leo dejó al primer ladrón y secundado por dos colegas fue tras el otro al que alcanzaron en la mitad de la cuadra. Allí se produjo una breve pelea que acabó con el trabajador recuperando el rodado.

Robo 2  

En la noche del lunes de Reyes, cerca de las 21, una adolescente se acercó en bicicleta al "Supermercado Ultramar", ubicado en Remigio López 3300 en San Miguel, y dejó el rodado sin atar en el bicicletero instalado dentro del perímetro del establecimiento.

Cuando la chica ingresó al comercio no percibió que desde la acera un sujeto que usaba visera y llevaba una mochila en la espalda, observó cuando dejó la bicicleta y que no la aseguró.

Instantes después y a pesar que varios clientes pasaron por el lugar, el descarado se acercó al bicicletero, tomó el rodado y pedaleando se alejó del lugar.