En días consecutivos y en el mismo barrio, dos ataques de motochorros tuvieron increíbles finales felices

El jueves y viernes dos parejas de motochorros que intentaron cometer asaltos callejeros en la localidad de Llavallol, se toparon con dos víctimas que no entregaron sus rodados y utilizaron las rejas de seguridad como escudo.

El primer ataque ocurrió alrededor de las 20:45, cuando el dueño de una camioneta modelo utilitario dialogaba con la propietaria de una vivienda ubicada sobre la calle Santos Vega, a pocos metros del Camino de Cintura.

En noches consecutivas y a 200 metros de distancia, un ciclista y un hombre fueron atacados por motochorros. Un día antes del asalto al ciclista y a pocos pasos, a una pareja le robaron el auto a punta de pistola@JaviAlonsook @MinSeguridad_Ar @justiciayddhhBA #CronosNoticias pic.twitter.com/8hYzwS6hmK

— Cronos Noticias (@Cronos_Noticias) January 4, 2025

Dos delincuentes que se movilizaban en moto y utilizaban cascos, detectaron que las puertas de la caja del vehículo estaban abiertas y se lanzaron al ataque. El que llegó como acompañante saltó del rodado empuñando un arma de fuego y corrió en dirección a la vivienda.

Las víctimas que estaban alertas y detectaron que la moto se detuvo junto a la acera, escaparon hacia el interior de la vivienda y cerraron la puerta. El frustrado ladrón permaneció un instante al otro lado de la reja exterior y luego, sin esconder la pistola, subió a la moto y con el cómplice se alejó del lugar sin poder arrebatar nada.  

El segundo ataque sucedió cuando faltaban 20 minutos para terminar el día viernes. Un muchacho que se dirigía a su casa en bicicleta, fue perseguido por dos motochorros cuando transitaba por la calle Bahía Blanca, a solo 200 metros del fallido robo anterior.

Para evitar que le arrebaten las pertenencias que llevaba en la mochila, el ciclista subió a la vereda y en la primera casa que encontró tras cruzar la esquina, arrojó el bolso por encima del enrejado.

En ese momento el motochorro que viajaba como acompañante corrió hacia él y amagó con extraer un arma que en realidad nunca exhibió. Esta situación provocó que el ciclista, desde la reja de la que se había colgado, salte sobre el encapuchado ratero que se pretendía llevar la bicicleta.

Los dos jóvenes cayeron al suelo pero en pocos segundos el malandra se puso en pie y junto al cómplice huyó con las manos vacías.

En ese momento, atraído por los gritos y la pelea, se asomó el dueño de la propiedad adonde el bolso había caído y se lo regresó al joven luego que escuchó el relato de lo que había vivido. 

Cuando las imágenes de estos hechos se viralizaron a través de los grupos de WhatsApp, el enojo y las quejas de los vecinos no se dejaron de reproducir.

"Esta zona está liberada, no hay patrullajes y no hay tareas preventivas. A la vuelta de donde le intentaron robar al ciclista pero en la noche del jueves, asaltaron a una pareja y les sacaron el auto (Ver Robo de auto a una pareja). Parece joda, pero fue 20 minutos después del intento de robo de la calle Santos Vega, es decir que no había móviles policiales buscando a los que se llevaron el auto", expusieron en los grupos vecinales.