Los vecinos de la capital bonaerense además de padecer una oleada de hechos delictivos, tienen un serio problema con ABSA (Aguas Bonaerenses Sociedad Anónima) que presta un servicio pésimo y distribuye un elemento esencial que no sería apto para el consumo humano.
Debido a la escasa presión con la que el líquido llega a los domicilios, en las localidades que rodean el casco urbano el zumbido de las bombas centrífugas se escuchan en todos los hogares y son un botín codiciado por los rateros.
En el amanecer de este lunes, en la localidad de Villa Castells, una familia sufrió el robo del artefacto que tenía instalado en la pileta.
Alrededor de las 5:50 un encapuchado saltó el paredón de los fondos de la propiedad y se arrastró hasta la piscina, levantó la tapa de la instalación y luego de algunos minutos desconectó la bomba que se cargó a los hombros antes de escapar por donde ingresó.
Este no fue el primer robo que padeció la familia en su vivienda ubicada sobre la Calle 505. En el 2020, con pocos meses de diferencia, un encapuchado trepó el mismo paredón y se llevó una bicicleta. En la segunda ocasión, el mismo u otro ratero muy parecido en su contextura, sustrajo otros dos rodados tras saltar el portón del garaje.
"Luego de cada uno de los robos reforzamos las medidas de seguridad, en este último ingresó por un lugar que por lo visto no estaba del todo asegurado. No lo queríamos hacer pero no hay otra opción, vamos a alambrar y electrificar todo el perímetro", le aseguró la dueña de casa a CRONOS.
En una recorrida por la zona, a solo tres cuadras del atraco descripto, las cámaras de vigilancia de un vecino grabaron a dos hombres que en la madrugada del lunes 2 de diciembre ingresaron a una propiedad con fines de robo.
"Dieron vuelta por todo el lote pero no encontraron la manera de entrar a la vivienda y se fueron a los pocos minutos", aseguró el hombre. "Esto ocurre en todo Villa Castells, Gonnet y City Bell, son rateros que se meten en los parques y jardines para robar una bomba, una bicicleta o herramientas si encuentran un galpón abierto. Nos están robando la tranquilidad", agregó.
Los vecinos de Villa Castells aseguran que hay patrullajes pero que no son suficientes. "La comisaría tiene dos o tres móviles, a estos les tenés que sumar un par del Comando de Patrullas, cinco son muy pocos para el tamaño que tiene esta localidad", se quejan y apuntan como responsable al Ministro de Seguridad Javier Alonso.