Adultos mayores en la mira: peligrosa organización los engaña y dopa para robarles los ahorros

En la zona norte del Conurbano bonaerense opera una banda que se especializa en robar a adultos mayores quienes, engañados y drogados, les franquea el acceso a sus domicilios.

Las delincuentes, además de sustraerles dinero y efectos de valor, les llevan algunas horas de sus vidas: las víctimas no recuerdan donde estuvieron y lo que hicieron antes y después de los atracos.

Emilia tiene 66 años, esta jubilada y el último martes padeció el accionar de esta organización en su vivienda ubicada sobre la calle José C. Paz, en el partido de San Martín.

"Cerca de las 12:30 salí de casa para ir al club donde hago una actividad física por cuestiones de salud. Llegué a la parada de colectivos y allí me abordaron dos mujeres", le contó la mujer a CRONOS. "Una de ellas se me acercó y me preguntó por la ubicación de un geriátrico en la calle Dorrego, una clase de establecimientos que no hay en esta zona, tampoco existe esa dirección en el área", aseguró.

Una mujer fue drogada con #Burundanga por al menos dos ladronas que se aprovecharon de su estado para ingresar al domicilio y robarle los ahorros.@JaviAlonsook @minseg @justiciayddhhBA @sanmartingob #CronosNoticias #SanAndres pic.twitter.com/3TAYSAPsjs

— Cronos Noticias (@Cronos_Noticias) December 13, 2024

El engaño ya estaba en marcha, las mujeres entablaron el diálogo y se ganaron la confianza mínima para lo que vino después.

"De la cartera sacó una pequeña biblia, de las que regalan en la calle o dejan en los buzones de las casas, y la abrió donde había un papel. Dijo que era analfabeta y me pidió el favor de leer la dirección que tenía escrita", relató Emilia que no recuerda lo que sucedió después.

La burundanga

En muchas casas, parques y en algunas escuelas, se pueden ver árboles que dan flores conocidas como "floripondios". De estas flores se extrae un polvo cuyo principio activo es la "atropina".

A través de un proceso químico se produce la burundanga o escopolamina, un alcaloide que se presenta como medicamento para tratar mareos y náuseas, que tiene efectos sedantes y amnésicos.

Esta sustancia psicotrópica se utilizaría para cometer hechos delictivos porque puede provocar un estado de sumisión y de pérdida de memoria en la víctima.

Los investigadores que llevan adelante las pesquisas en el hecho que sufrió Emilia, sospechan que la mujer fue dominada gracias a esta droga u otra similar.

En las imágenes incluidas en esta nota que fueron obtenidas y aportadas por las hijas de la víctima, se observa el accionar de las ladronas y el tiempo que mantuvieron bajo control a la jubilada.

"Mi mamá salió de la casa a las 12:39 y regresó con las mujeres una hora después", indicó Gabriela. "No recuerda lo que hizo y donde estuvo durante ese tiempo, añadió la joven en diálogo con este medio.

"Observo los y no lo puedo creer, no me veo haciendo eso y parezco otra persona, estuve acompañada por esas mujeres que me sostenían para que no me caiga", subrayó Emilia. "Dentro de mi casa fueron a mi dormitorio y al de una de mis hijas, no revolvieron ni buscaron en otro lugar, fueron directo a los cajones donde guardábamos el dinero ahorrado. En un pequeño bolsito tenía las tarjetas y algo de efectivo pero no lo tocaron", destacó la mujer.

                                                                                                                                                               Gráfico R.L. Sandoval

La familia sospecha que durante esos 60 minutos que se ignora donde tuvieron a la víctima, las ladronas los utilizaron para obtener información de los movimientos de la casa y la ubicación del dinero en el domicilio.

"Vamos a saber lo que ocurrió y a donde la llevaron cuando la fiscalía obtenga las imágenes grabadas por las cámaras del municipio", aseguró Gabriela. "Creemos que eran mínimo cuatro personas, tres mujeres y alguien más. En el video se visualiza a la tercera que caminó cerca de las otras y de mi mamá cuando llegaron y se fueron de la casa. Esta cómplice hablaba por teléfono, pero fíjate a las 13:40 cuando cruza la calle en diagonal: hace un gesto de "vení, vení" con la mano derecha, instantes después un hombre con visera que no es del barrio la siguió", destacó la muchacha.

"Estuvieron 20 minutos, luego me sacaron de mi casa y me llevaron con ellas hasta que me abandonaron pero no recuerdo donde. Regresé y me desperté con la cabeza apoyada en la mesa. Según las imágenes y los llamados de mis hijas que tenía perdidas en el teléfono celular, dormí alrededor de 10 minutos, me desperté porque tenía la cara apoyada en un borde y la posición me provocó un dolor muy fuerte", aseguró la mujer.

Emilia se siente responsable por lo que le ocurrió y no encuentra palabras para describir las sensaciones que le produce verse en la pantalla con las desconocidas y no tener registro consciente de sus acciones.

"Me atendió personal de salud que continúa haciendo un seguimiento de mi estado, además recurrí a un médico especializado para poder recuperar esas horas que se borraron de mi cabeza", detalló la mujer que brindó informaciones inquietantes.

"Para alertar a otras personas, en el club al que asisto, comenté lo que me había ocurrido. Algunos días después, una señora que realiza otras actividades en la institución, se me acercó y me contó que a ella le pasó lo mismo. Se le acercaron dos mujeres y la consultaron por la dirección de un geriátrico. Me aseguró que no recuerda nada y que no hizo la denuncia porque le robaron poco dinero", contó Emilia.

"A un vecino lo abordó una mujer aunque de manera diferente. Le pidió dinero para viajar, el accedió y ella como agradecimiento le intentó obsequiar una planta, el se negó y sospechó cuando la mujer se desesperó para que él huela las flores. En ese momento, cuando reaccionó, aparecieron dos hombres que lo amenazaron con un arma blanca para que se vaya. Él se asustó y se fue, ocurrió en la zona bancaria de la localidad", finalizó Emilia.