En la madrugada del martes, en la localidad de Ingeniero White, personal del Comando de Patrullas bahiense detuvo a un hombre que se intentó deshacer de un arma de fuego que llevaba de forma ilegal.
Fuentes oficiales informaron que, alrededor de las 4, los operadores de las cámaras de vigilancia del Centro Único de Monitoreo (CEUM) de Bahía Blanca, observaron a un hombre que caminaba junto a dos mujeres por la zona de Juan B. Justo al 3700, exhibió un arma de fuego y, se presume que como broma, la blandió de manera amenazante.
De inmediato el personal del CEUM comunicó la novedad y solicitó la presencia de personal policial para que lo intercepte y lo identifique.
En pocos minutos los efectivos del Comando de Patrullas de la ciudad hallaron al hombre que, al detectar la presencia de los uniformados, emprendió la fuga a la carrera.
Durante el intento de evasión del buscado, los oficiales que fueron tras él visualizaron que se deshizo de lo que parecía un arma de fuego.
Momentos después el hombre fue interceptado sobre la calle Juan B. Justo y quedó aprehendido. Los policías recuperaron el objeto que había descartado: una pistola cargada de municiones, que estaría apta para el uso y tenía la numeración suprimida.
Luego de requisarlo e inmovilizarlo, el sujeto fue trasladado a la dependencia policial y quedó a disposición de la Justicia.
Voceros del municipio informaron que el sospechoso fue identificado como Damián Emanuel Acosta Portillo. El hombre tenía prontuario y fue condenado a 13 años y medio de prisión, por un homicidio en ocasión de robo en el partido de Avellaneda, a quien la Justicia benefició con la libertad anticipada.

El hombre, indicaron medios locales, gozaba del beneficio de la libertad condicional desde 2022, y fue otorgado por la Cámara Penal de Lomas de Zamora pese a la oposición de la fiscalía del distrito.
El mencionado tribunal tomó la decisión a partir del informe positivo que elevó el Departamento Técnico Criminológico del Servicio Penitenciario Bonaerense. También que Acosta ya cursaba un régimen semiabierto, con conducta 10 y solo con sanciones disciplinarias de vieja data, además de participar en un espacio educativo y que tenía trabajo intramuros.
Cuando recibió la libertad vigilada, Acosta Portillo solicitó la autorización para trasladarse a la ciudad costera, donde lo esperaba una mujer con la que mantenía una relación amorosa. El condenado recibió respuesta positiva y quedó a disposición del Patronato de Liberados de Bahía Blanca.