El municipio que conduce el intendente Gustavo Menéndez es uno de los ejemplos que permiten apreciar la violencia extrema y la inseguridad que padecen los habitantes del Conurbano bonaerense. Cada día las cámaras de vigilancia que instalan particulares, graban decenas de robos, asaltos callejeros y entraderas en domicilios y comercios.
El último fin de semana quedaron registrados un atraco protagonizado por motochorros y otro fallido que pudo haber terminado en tragedia.
Ataque 1
Ocurrió el sábado alrededor de las 11:50, cuando un hombre que se dirigía a trabajar y caminaba por la calle Juan José Romero, fue sorprendido por dos delincuentes que se movilizaban en una moto.
Uno de los hombres descendió del rodado arma en mano y lo amenazó para que le entregue las pertenencias. La víctima le rogó que no le robe pero el malandra no lo perdonó, le apoyó el cañón en el abdomen y lo bolsiqueó para arrebatarle el teléfono celular.
Instantes después los rateros, despreocupados, escaparon en dirección a la Av. Eva Perón. El hombre los observó partir, resignado y acostumbrado, sin policías cerca a quienes acudir por ayuda.
Ataque 2
Pocas horas antes, a las 22.30, dos delincuentes que portaban al menos un arma de fuego, le intentaron sustraer el auto a un hombre que llegaba a su casa ubicada en la calle Fleming.
El conductor subió el vehículo a la acera y, tapado por los árboles plantados en la cuadra, no observó a los dos desconocidos que se acercaban a pie. Cuando los detectó ya era tarde.
La víctima, según informó Merlo Real, aseguró que el ladrón que intentó abrir la puerta estaba armado: "por suerte no disparó", agregó.
En ese momento el vecino, de forma arriesgada, movió el auto marcha atrás y se alejó de los delincuentes que se marcharon en dirección contraria.