Andrés "Cuervo" Larroque, ministro de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires volvió a apuntar al interior del peronismo, en medio de la interna que se desató tras la derrota electoral y se profundiza constantemente y aprovechó para cuestionar a aquellos dirigentes que “tuitean” antes de “construir políticamente”.
Sin dar nombres, el funcionario señaló que "preocupa" que "puede observarse una tendencia a salir a acusar, a tuitear y eso termina siendo una postura que no nos suma" dado que "lo que tenemos que hacer es extremar las capacidades para haber obtenido el número y hoy estar hablando de otra realidad".
En ese orden y en comunicación con FM Cielo lanzó: "Puede haber cierto sector con apego a alguna situación más testimonial que concreta; eso sí me parece un problema a la hora de encarar un momento tan complicado como el que vive la Argentina".

Al ser consultado respecto a quién apuntaba con su acusación, Larroque sostuvo que "lo vimos todos" cuando "hubo una reacción en las redes sociales que no nos pone en un buen lugar, nosotros tenemos que construir políticamente y el número hay que volver a juntarlo".
Por eso, pidió que "en vez de ponernos en lugar de enunciadores, el rol es conducir al conjunto del peronismo".
El sugerente reposteo de Cristina Fernández
La exvicepresidenta compartió el posteo de una usuaria que da cuenta de que si las listas hubiesen estado encabezadas por quienes fueron candidatas en segundo lugar (de La Cámpora), la votación hubiese tomado otro rumbo y la polémica ley ómnibus no existiría.
Desde el kirchnerismo, le endilgan al expresidente Alberto Fernández haber impulsado como cabezas de lista a los ahora denominados "traidores".
El posteo fue replicado y comentado, además, por el senador bonaerense Emmanuel González Santalla, uno de "los tres ñatos que mandan mensajes por Whatsapp" a los que se había referido el propio Larroque tiempo atrás, en el marco de la interna con La Cámpora.
Así las cosas, Larroque envía más dardos a la agitada interna que transita el peronismo, mientras la reconstrucción del partido parece aún no tener forma alguna.