Según informaron, el gobierno bonaerense prevé una recaudación de $ 200 mil millones de recursos tributarios de origen provincial y se inicia un sendero de reforma que procura una estructura tributaria más progresiva y menos distorsiva.
En cuanto al inmobiliario, se diseñó una actualización del 36% en promedio en el Impuesto Inmobiliario (urbano y rural), incorporando una mayor progresividad al moderar el impacto relativo en las propiedades de menor valuación fiscal.
“Con esta medida, el 75% de las viviendas de la PBA contribuirán con un impuesto promedio de $ 640 anual (es decir, $ 54 por mes), frente a los $ 480 actuales ($ 40 mensuales). Un incremento promedio de $ 14 por mes”, afirmaron desde Gobernación.
Asimismo, informaron que se mantendrá la política de “proteger a los sectores más vulnerables”, eximiendo del pago del impuesto inmobiliario a 220.000 viviendas propiedad de jubilados con haberes mínimos y a 275.000 inmuebles de baja valuación fiscal.
En cuanto a los Ingresos Brutos, el proyecto apunta a reducir la alícuota para 120 mil pequeños comercios que facturan menos de $1,3 millones anuales.
Por el lado de los automotores y las patentes, anuncian que no se implementará ningún incremento en la presión impositiva, sino que las variaciones en el pago de la patente serán consecuencia de la evolución del valor de mercado de los vehículos.
Respecto a los sellos, sostienen que se realizará “una adecuación” de la alícuota por operaciones de venta de vehículos 0km, que se incrementará de un 1% a un 3%, mismo nivel de alícuota que rige, por ejemplo, en la Ciudad de Buenos Aires y las provincias de Córdoba y Mendoza.