En épocas de vacas flacas, cuando hacer frente a los gastos fijos y los aumentos de los servicios es una misión casi imposible, lo peor que le puede ocurrir a un comerciante es que le roben dinero o mercadería.
En los últimos días dos locales del Conurbano bonaerense, un almacén y una forrajera, fueron atacados por descuidistas que no dejaron pasar la oportunidad para hurtar.
En la mañana del sábado, antes de las 10, un joven se presentó en el almacén Villa del Carmen, ubicado en la esquina de Humaitá y Pueyrredón, en San Fernando. Luego de los saludos de rigor, le pidió a la encargada que le venda papas fritas sueltas.
Cuando la mujer le dio las espaldas para preparar el pedido, el joven ratero sustrajo un billete de mil pesos que sacó de un frasco destinado a juntar la colaboración de los visitantes para tareas solidarias.
Los responsables del comercio dieron a conocer las imágenes para que el joven recapacite y devuelva el dinero. También para que en otros locales que lo tienen como cliente estén alertas.
El segundo hecho ocurrió el jueves 23 de mayo, alrededor de las 16:30, en un negocio que comercializa alimentos para animales.
Dos hombres que se movilizaban en un viejo Chevrolet Corsa color verde, se detuvieron en la puerta del local y el que viajaba como acompañante ingresó al salón. El encargado, que en ese momento preparaba mercadería en la trastienda, no lo escuchó y no se aproximó para saber que buscaba.
El hombre regresó a la acera y al creer que nadie lo observaba, tomó cuatro bolsones de alimentos para perros y los cargó en los asientos traseros del Corsa.
Instantes después el sujeto de edad avanzada y su compañero se alejaron de la zona sin considerar que, el vergonzoso accionar, quedó registrado por una cámara de seguridad.