En el Conurbano llegar a casa dejó de ser sinónimo de relajación y se transformó en un momento de máxima tensión, cualquier desconocido que se encuentra cerca es observado como un posible criminal, no importa el género o la edad. La situación se vuelve más traumática cuando el recién llegado lo hace en su vehículo particular y es peor si lo guarda en el garaje de la vivienda.
El último viernes, a las 20:20, Alejandra realizaba las últimas maniobras para estacionar el VW Voyage sobre la vereda de la calle Tomás Valle, en la localidad de González Catán, a pocos pasos del acceso a su domicilio. En ese momento y en dirección contraria, cuatro sujetos que circulaban en dos motos "la marcaron".
"No los vi ni me percaté que se tocaron bocina como una señal, estaba atenta a no chocar con el canasto para los residuos o la columna que están en la vereda. Y cuando regresaron estaba subiendo las ventanillas", le aseguró la mujer a CRONOS.
Alejandra trabaja en una empresa de seguridad privada, tiene diplomas universitarios sobre la temática y a pesar de ello engrosó las estadísticas de la extrema violencia que habita en la provincia de Buenos Aires.
"El primero que llegó hasta la puerta me amenazó con un revólver calibre 38 corto, el otro metió medio cuerpo en el habitáculo y me sacó el teléfono celular. Desde el momento en que vi el arma no me resistí, a pesar de ello el que usaba el chaleco dijo varias veces: 'Pegale un tiro, pegale un tiro'. Ninguno de los dos tendría más de 20 años", aseguró Alejandra.
"Además del auto y el teléfono celular me robaron una billetera en la que tenía 9 mil pesos", afirmó la mujer.
El violento asalto transcurrió en menos de 30 segundos y, cuando escapaban, los delincuentes chocaron y sacaron de cuajo el canasto para los residuos que la mujer se cuidó de no tocar cuando estacionó. "Hubiera sido peor si ponía el auto de trompa y listo para guardar en el garaje, en segundos me hubieran ganado el interior de la casa", destacó la víctima del robo.
Un rato después Alejandra se dirigió a realizar la denuncia a la Comisaría 2da. Sur, de González Catán.
"Me encontré con un vecino que vive a pocas cuadras y al que le habían robado una VW Suran pocos minutos antes que a mí. Mientras hacíamos la exposición, en la guardia recibieron la información que detrás del Hospital 32 habían abandonado un Voyage y una camioneta como la del hombre. Fuimos hasta allí y él encontró su vehículo, yo no tuve la misma suerte porque el otro no era el mío", indicó la mujer.
"El auto tenía el seguro que exige la ley, contra terceros, no tenía cobertura por robo. Lo necesito recuperar, con él voy y vengo de trabajar, es una herramienta para poder realizar mis tareas", le aseguró a CRONOS.
