El fin de semana, desde la noche del viernes hasta la tarde del domingo, se registraron diferentes robos de automotores en distintas geografías de la zona más caliente e insegura de la provincia de Buenos Aires: el Conurbano.
Los tres días antes mencionados, en algún momento sinónimos de descanso y relajación, son jornadas en la que los delincuentes se encienden y salen a buscar a víctimas que se "regalan" o se "duermen". Para ellos treinta segundos de distracción son suficientes para dejar a una familia a pie.
Robo 1
Ocurrió la noche del viernes y los sujetos estaban en medio de un violento raid delictivo. Todo comenzó antes de las 21 cuando cinco jóvenes delincuentes, a bordo de un Chevrolet Corsa color gris, recorrieron Villa Madero para robar vehículos a los tiros.
La primera víctima registrada se llama Graciela, una mujer que se encuentra embarazada y fue despojada de una Ford Ranger en la intersección de las calles Callao y Paunero. Los sujetos la abordaron sin mostrar algún tipo de consideración por su condición, la amenazaron con armas de fuego y la bajaron de la 4x4.
Testigos del hecho afirmaron que los violentos apuntaron a los vecinos para que no intervengan y dispararon hacia el cielo en varias oportunidades. Además de la camioneta y otras pertenencias, a Graciela le sacaron una carpeta donde tenía importantes documentos y estudios médicos, la buena fortuna quiso que la descarten y la vecina que la encontró la devolvió.
Robo 2
Los hampones escaparon con los dos vehículos hacia la avenida Vélez Sarsfield y a las pocas cuadras encontraron a las siguientes víctimas. Dos amigos, uno de ellos a bordo de su Peugeot, dialogaban en la vereda y fueron sorprendidos por los sujetos que se movieron como un grupo comando.
El Corsa se cruzó delante del auto estacionado y la 4x4 le cerró la retaguardia, a continuación cuatro ladrones se abalanzaron sobre el hombre que intentó escapar a la carrera y el conductor que se encontraba rodeado.
El vecino que corrió fue interceptado y bolsiqueado antes de llegar a la esquina, su amigo que era apuntado con un arma a través de la ventanilla resistió unos pocos segundos pero se rindió al comprender que los ladrones no dudarían en transformarse en asesinos.
El dueño del Peugeot recibió algunos golpes y fue bolsiqueado para evitar que se quede con algo. Los amenazantes gritos alertaron a otros habitantes de la cuadra y la sirena de la alarma vecinal le agregó dramatismo a la escena.
En el segundo video se observa que los violentos levantan las pistolas y las dirigen hacia diferentes domicilios, cuando el conductor cruzó de acera en busca de refugio detrás de otro vehículo estacionado, el propietario disparó la alarma del rodado y uno de los malvivientes lo imitó con el arma de fuego.
Con las pertenencias ajenas en su poder, los cuatro malandras se separaron en los tres vehículos y escaparon con el quinto cómplice.
Robo 3
Ocurrió en el anochecer del sábado, alrededor de las 20, sobre la calle Lisandro de la Torre, en Ingeniero Budge. Dos motochorros atacaron a una mujer cuando llegaba a la casa de la madre, acompañada por su hijo menor de edad, a bordo de una Renault Duster color blanco.
Los delincuentes observaron que la mujer estacionaba la camioneta, pasaron cerca de ella y siguieron algunos metros. El plan de los motochorros fue reaparecer cuando la víctima descendió del rodado y evitar que se resista.
El violento se arrojó de la moto y encañonó a la mujer para que le entregue las llaves, la desesperada mujer se resistió unos segundos, el tiempo suficiente para que la abuela arranque al niño del interior de la Duster y lo ponga a salvo.
Momentos después los malvivientes escaparon con los dos vehículos en sentido al camino Presidente Perón.
Robo 4
El sábado 20 de enero CRONOS informó sobre un tremendo asalto que, con la modalidad piraña, había ocurrido el día anterior. En aquella ocasión la víctima fue una mujer que a bordo de su Peugeot 208 se acercó a la calle Gurruchaga para entregar unos cosméticos. (Ver Ataque piraña)
La tarde de este domingo, en un horario similar, una mujer con la hija adolescente y una amiga de ésta, se acercó a un dúplex ubicado en la misma calle del robo anterior.
Cuando las chicas aguardaban a que les permitan el acceso a la vivienda, fueron sorprendidas por cuatro jóvenes ladrones quienes, junto a un quinto cómplice, aparecieron a bordo de lo que pareció ser un VW Gol color blanco.
Los violentos descendieron arma en mano, tres rodearon el Ford Focus color negro donde esperaba la madre y el cuarto se abalanzó sobre las chicas que se abrazaron y arrojaron al suelo aterradas.
En pocos segundos, menos de 15, los delincuentes huyeron con los teléfonos de las adolescentes, el auto y las pertenencias que había en el interior. Los gritos de las chicas y los golpes que le dieron al portón del garaje, alertaron a los vecinos que activaron la alarma cuando ya todo había terminado.