La inseguridad no perdona a nadie y tampoco tiene horarios en la provincia de Buenos Aires. El último sábado, en la ruleta de la mala suerte, la bolilla le cayó a una joven cuando se dirigía a trabajar antes que salga el sol.
Cuando faltaban pocos minutos para las 6 y la víctima caminaba por la calle Cjal. Settino al 1000, fue interceptada por un violento ratero que la amenazó y arrinconó con fines de robo.
"Dame el celular, dale, dame el celular", le repitió el sujeto.
La chica intentó evitar que le sustraiga el costoso aparato y extendió el brazo para entregar la cartera. El delincuente que la había visto manipular el dispositivo y guardarlo en un bolsillo, la ignoró y la sujetó para arrebatar lo que le interesaba.
La joven forcejeó y le rogó que no se lo saque, pero él la ignoró, la manoseó y la arrojó al suelo para concretar el asalto. La brutal escena se extendió durante varios segundos hasta que la doblegó y escapó a la carrera por las calles de Rafael Castillo.
La víctima corrió en dirección contraria hacia su domicilio donde, asustada y golpeada, encontró refugio.