En el interior de los barrios, a pesar que la mayoría de los vecinos se conocen al menos de vista, los robos y asaltos se producen de manera descarada e insólita. El miércoles, alrededor de las 21, Natalia y Celeste regresaban a sus viviendas de Campo Tongui, en Ingeniero Budge, cuando fueron atacadas por dos jóvenes que actuaron a cara descubierta y se movilizaban en una bicicleta.
En las imágenes que acompañan esta nota se observa la llegada de los sujetos por la calle Cañuelas, que no tiene asfalto y está en muy mal estado, hasta que interceptaron a las chicas en la intercepción con Saladillo.
Mediante amenazas, los cobardes le sustrajeron los teléfonos celulares y dieron la vuelta para escapar por donde llegaron.
Los gritos de las víctimas alertaron a un hombre que caminaba con su familia y, al verlos pasar, corrió tras ellos pero sin la posibilidad de poder darles alcance.
Las chicas y sus familias, que están muy enojadas, en sus redes sociales solicitaron colaboración a los vecinos para poder identificar a los rateros y darles un escarmiento.