El robo de teléfonos celulares es el delito más extendido en el territorio nacional y cuando se desbaratan las "cuevas" donde los comercializan es motivo de festejo. En un domicilio de la calle Larrea al 400, en Balvanera, barrio donde se han llevado a cabo operativos todos los meses por el mismo delito, la División Investigaciones Comunales 1 de la policía porteña, incautó 30 aparatos con pedido de secuestro y tres computadoras portátiles.
Voceros policiales indicaron que el allanamiento fue el resultado de una investigación que se inició por la sustracción de un aparato IPhone 13 con la modalidad motochorro, en jurisdicción de la Comisaría Comunal 1.
Luego de una veloz e intensa pesquisa, el personal policial dio con el domicilio de la calle Larrea donde podría funcionar una "cueva" en la que inescrupulosos reducían y comercializaban teléfonos celulares sustraídos, incumpliendo con la Ley Blumberg. Esta legislación contempla un registro de usuarios de los servicios de telecomunicaciones.
Las presunciones y el material probatorio recabado, fueron puestos a disposición de la Justicia y el Dr. Daniel Lijo, a cargo del Juzgado Nacional Federal Nro. 7, autorizó el allanamiento del citado domicilio.
Durante el procedimiento que se realizó en dos departamentos, los oficiales hallaron 30 teléfonos celulares y tres notebooks, todos aparatos denunciados como robados ante el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM).
El accionar de los investigadores fue avalado por el Dr. Lijo que dispuso el secuestro de los aparatos, que serán peritados, y otros elementos de interés para la causa. Además ordenó que el ciudadano peruano que vive en el lugar, sea notificado de la apertura de una causa por infringir los artículos 29 y 30 del Código Penal.