La inseguridad que viven los habitantes de La Plata dejó de ser una ola y se transformó en un maremoto. Además de las entraderas que se registran casi a diario en las localidades de zona norte, en los comercios del centro se reiteran los ataques protagonizados por bandas de jóvenes y adolescentes, que los asaltan o los desvalijan cuando están cerrados.
En la tarde del martes, alrededor de las 15, tres muchachos sorprendieron a un empleado y a una clienta que se retiraba del kiosco ubicado sobre la calle 7, entre 45 y 46.
Cuando la mujer abonó la compra y pretendió abandonar el local, dos de los sujetos se interpusieron y encañonada la obligaron a caminar hacia el interior del pequeño comercio.
El muchacho que estaba junto a la caja se había quedado inmóvil y un malviviente le exigió que siga a la mujer. A continuación los delincuentes se dividieron las tareas: el que portaba el arma de fuego le sustrajo las pertenencias a la compradora y bolsiqueó al empleado, otro saqueó la caja y el último se guardó un teléfono celular y mercadería.
Momentos después y cuando caminaban hacia la salida, el ingreso de una clienta los demoró unos pocos instantes. La mujer sospechó que algo no estaba bien pero ya era tarde: la encañonaron, la llevaron hacia el fondo y también le robaron.
Los tres jóvenes, que estarían en situación de calle y son conocidos en la zona céntrica, se encuentran prófugos.