En la provincia de Buenos Aires a la resignación se la identifica con dos acciones claras y fáciles: levantar los brazos hacia el cielo y dejarse robar. Las víctimas de la inseguridad pueden ser cualquiera y no hay lugar "habilitado" a colgar un cartel que anuncie "zona libre de chorros".
Este jueves, pasadas las 16, quien padeció el accionar de los delincuentes fue Gisela. La joven mujer había terminado la jornada laboral y caminaba hacia su vivienda por la calle La Huella pero, cuando llegaba a la esquina de Victoria, fue sorprendida por dos motochorros.
En las imágenes que acompañan esta nota se observa que la mujer los miró asombrada cuando frenaron de golpe y a pocos metros de ella. Luego el miedo y la resignación.
El sujeto que viajaba como pasajero, sin casco, corrió hacia ella y amagó con sacar un arma que tendría en la cintura, pero no tuvo la necesidad de exhibir. Gisela alzó las manos y se intentó alejar del enemigo que de un tirón le arrancó la riñonera.
"El delincuente se va corriendo y el que lo esperaba en la moto le gritó que vuelva y le saque el celular, pero mi esposa le dijo que no lo tenía encima y se fueron", le contó Leandro a CRONOS.
"Le sacaron los documentos, el carnet de conducir y tarjetas bancarias que ayer las tenía con ella de casualidad, no era habitual", aseguró la pareja de la víctima.
La denuncia quedó radicada en la comisaría de Luis Guillón y hasta el momento los delincuentes continúan prófugos.
"Entre los vecinos se venía hablando que debíamos tener cuidado con dos motochorros que andaban por la zona en una Honda Tornado, estos eran otros o cambiaron de vehículo. Gisela no escuchó la llegada de la moto", indicó Leandro.